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Windar plantea que la demolición de partes de la antigua Alcoa para la construcción de una nueva fábrica de estructuras para aerogeneradores, ... tanto terrestres como marinos, se alargará durante siete meses una vez que tengan todas las autorizaciones legales necesarias.
Así consta en el documento de impacto ambiental para la demolición de la fábrica que ha comenzado el periodo de información pública. El documento se podrá consultar hasta el próximo 17 de febrero. Posteriormente, la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico deberá responderlas, en el caso de que se presentasen. Una vez que se apruebe la declaración de impacto ambiental, tan sólo necesitarán tramitar los permisos ante los ayuntamientos de Gozón y Avilés para comenzar las obras.
Superficie. En total, la superficie afectada son 308.010 metros cuadrados, de los que 143.377 metros cuadrados se encuentran en Gozón. De los 164 633 metros cuadrados de Avilés, 144.360 pertenecen a la concesión del puerto de Avilés.
Plazo Las demoliciones comenzarán por la nave de series número 1, que se convertirá en un parque único de residuos sólidos peligrosos por su capacidad para evitar emisiones.
Residuos En la obra se generarán 91.826 toneladas de residuos. A ellos se deben sumar los existentes por la antigua producción de aluminio. En la medida de lo posible se buscará su reciclaje y valorización antes que el vertedero.
Tratamiento En función del material se buscará su revaloración o gestión por un operador autorizado.
Carencias No se detallan las medidas para el desmontaje de elementos de producción, según recoge el documento.
No obstante, en la documentación presentada se avanza que algunas obras se han hecho con carácter urgente para evitar vertidos y emisiones de material contaminante. El total se superficie afectada por la obra es de 308.010 metros cuadros. La mayor parte de ella se encuentra en Avilés, en concreto 164.633 metros cuadrados, incluyendo los 144.360 metros cuadrados de concesión portuaria. A ello, hay que sumar los 143.377 metros cuadrados situados en Gozón.
El desmantelamiento de la fábrica afectará a todas las estructuras metálicas existentes en los antiguos muelles de Inespal, antiguas naves de la serie I, la fundición, los silos de alúmina, la fábrica de pasta, además de diferentes construcciones exteriores existentes en el perímetro industrial y que son incompatibles con la futura actividad de Windar.
El documento también asegura que existe un informe para el desmontaje de maquinaria y de equipos auxiliares, pero que no se ha incorporado a la tramitación ambiental.
Los trabajos de desmontaje comenzarán por las naves de las serie 2, donde se instalará un parque para el tratamiento de los residuos sólidos con carácter peligroso según la normativa vigente. Se escogió ese lugar por ser un espacio cerrado, con suficiente superficie para albergar las diferentes materias y evitar emisiones no deseadas a la atmósfera.
Posteriormente se trabajará en la nave de la serie 3 y las instalaciones portuarias, antes de seguir por la subestación eléctrica número 1, las fábricas de pasta y de brea líquida, el resto de subestaciones y todas las construcciones auxiliares del recinto. El planteamiento es eliminar todo aquello que no pueda reutilizarse para la nueva fábrica de piezas para el sector eólico.
Las tareas de demolición serán fundamentalmente mecánicas. No está previsto la autorización de explosivos. Por ello, se fija que los trabajos que generen una mayor cantidad de ruido deberán concentrarse en la franja horaria que va de las diez de la mañana a cinco de la tarde y de lunes a viernes. Además, se establecerán mecanismos para el lavado de las ruedas de los camiones que salgan de la fábrica para evitar la polución, entre otras medidas para reducir el impacto ambiental.
En la obra se generará un total de 91.826 toneladas de residuos, tanto peligrosos como no peligrosos. En la documentación se asegura que se intentará minimizar su producción con los trabajos en el propio lugar, como sucede con el desmontaje de las cubas electrolíticas.
Windar intentará la valoración o el reciclaje de todo lo que sea posible, si bien la previsión es que sólo se podrá realizar en la chapa de aluminio en la obra civil, donde se estima que hay 331,83 toneladas; las 5.581 toneladas de chatarras de materiales diferentes al aluminio y las 168,98 toneladas de diferentes tipos de cable eléctrico que se encuentran en la instalación. Además, 64.485,34 toneladas de restos de hormigón de las demoliciones serán recicladas por un gestor autorizado.
Para el resto de residuos se recurrirá a gestores autorizados que se encargarán de su recogida y tratamiento en los vertederos donde puedan trasladarse. El proceso se documentará de manera que se asegure la trazabilidad de todos los residuos existentes.
Entre ellos figura 27 toneladas de restos de amianto que serán tratados por empresas homologadas al igual que las cuatro toneladas de fluorescentes y lámparas existentes en el recinto.
A ellos se unen los residuos generados en el proceso productivo del aluminio y que también necesitarán un tratamiento especial, tanto de carácter peligroso como no peligroso. En ambos casos, se buscará su revalorización o reciclaje antes que recurrir al vertedero a través de un gestor autorizado. En estos productos ya se han tomado algunas medidas para evitar daños al medio ambiente.
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