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Windar confía en iniciar en el plazo de dos meses el desmontaje de las estructuras metálicas situadas en los muelles de Alcoa y que ... permitían trasladar la materia prima hasta la fábrica. Será el inicio de las obras de acondicionamiento de la concesión del puerto de Avilés y los terrenos de la antigua Alu Ibérica para transformarlos en una moderna fábrica de construcción de estructuras para la producción de energía eólica marina y terrestre con los mayores tamaños posibles.
Así lo aseguró ayer Orlando Alonso, presidente de Windar, ante los medios de comunicación momentos antes de reunirse con el presidente del Principado, Adrián Barbón, en la sede de la máxima autoridad asturiana. El objetivo del encuentro era repasar los diferentes puntos que son necesarios para la puesta en marcha del proyecto. «Es un puzzle muy complejo, pero no perdemos la ilusión», aseguró Alonso.
Los mayores problemas son la sucesión de trámites administrativos que lastran la gestión y donde el Principado cuenta con un papel importante. Alonso mantiene el objetivo de comenzar la producción de estructuras eólicas en el primer semestre de 2026, cuando comience el despegue de la demanda de plataformas para eólico marino, tanto estructuras fijas como flotantes.
Así, en primer lugar, la administración deberá declarar el cese de la actividad ambiental de la quebrada Alu Ibérica para poder avanzar en el resto de fases. Los primeros trabajos de importancia implicarán el desmontaje de las estructuras metálicas en desuso y que se debían haber retirado hace años.
El siguiente paso serán las demoliciones de las estructuras de la fábrica que no sirvan para Windar. La empresa mantiene la idea de conservar la mayor parte de las naves que son, además, el elemento que tiene más valor patrimonial. En ellas deberá retirar los equipos de producción de aluminio, lo que representará una posibilidad de ingresos por la venta del aluminio que aún queda en las cubas que no se han desmantelado, además del valor económico de esa chatarra.
Está previsto, en cambio, demoler la llamada torre de pasta. Orlando Alonso comentó que el estado de las naves se encuentra «bastante deteriorado» por la falta de un mantenimiento ya desde la época de Alcoa y que se incrementó en los años del Grupo Industrial Riesgo.
Orlando Alonso también solicitó a Adrián Barbón el impulso a dos asuntos que son competencia directa de la administración regional.
El primero es la modificación de una caseta de bombeo de la red de saneamiento que se encuentra en los terrenos de la concesión portuaria. El mayor problema es que su situación limita la salida de las grandes piezas que se fabricarán, por lo que es necesario desplazarla unos metros para facilitar la operatividad de la fábrica.
El segundo es agilizar el denominado convenio de Acciona. Está previsto la construcción de una rotonda frente a la entrada principal, diseñada para permitir el paso de las futuras piezas, pero también generará suelo industrial que necesitará Windar para almacenar sus piezas. Como se sabe, una de las características de su actividad es que requiere de una gran superficie para el acopio de sus estructuras.
En el encuentro también se planteó el tema de las ayudas públicas. «No queremos ningún trato especial, sólo el que nos corresponde según la ley», remarcó Orlando Alonso ante los periodistas.
En este caso, la inversión final oscilará entre os 120 y 130 millones de euros, donde podrían llegar a recibir un respaldo del veinte por ciento. «En Polonia, las ayudas de la Unión Europea alcanzaron el 35 por ciento», destacó. Respecto al proyecto polaco explicó que se encontraba «más avanzado y agosto comenzaremos la obra civil». Ambas inversiones se ejecutarán de manera paralela y son complementarias. En el caso de Avilés, Windar fabricará «piezas que nunca hemos hecho en Asturias».
Sobre la creación de empleo, Alonso recordó que las instalaciones acogerán un máximo de quinientos trabajadores «en los momentos que haya más carga de trabajo». El empleo incluirá tanto el personal propio de Windar como de las diferentes empresas auxiliares para diferentes partes de los proyectos.
En la reunión, Alonso también abordó la situación del denominado poblado de Endasa, que formaba parte de los activos incluidos en la venta de la antigua Alu Ibérica. «Aún no tenemos nada decidido. Tenemos que buscar una solución con el Ayuntamiento y también con el Principado», avanzó.
En una segunda fase, Windar analizará la situación del edificio de las oficinas centrales. «Ahora mismo allí sólo está el equipo que trabaja en el desarrollo de la fábrica. Esa es nuestra prioridad. Una vez que estemos construyendo, será el momento de buscar una solución a ese edificio», comentó Orlando Alonso.
Orlando Alonso expresó su disponibilidad de donar parte del archivo histórico a dos antiguos ingenieros de Inespal/Alcoa, Plácido García, y José Manuel González, que le transmitieron su inquietud por salvar parte del patrimonio industrial de la antigua aluminera. Alonso señaló que, por razones operativas, Windar sólo estaba interesada en tener en su propiedad los planos e información sobre las infraestructuras. Respecto al resto del archivo, no había problema en donarlo, siempre que no hubiese frenos legales. Además, García y González solicitaron que conservase parte del patrimonio, además de documentar gráficamente la obra que se ejecutará. Por otra parte, el Club Social de Inespal abordará hoy, en una asamblea general de socios, su disolución. La cita será en su sede social de Laviana a las 18.30 horas.
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