Mario Vargas Llosa, el escritor universal que conoció una Asturias llena de literatura y humanidad

Agradecido y «con la modestia debida», pronunció un discurso en el que se mostraba «feliz» de recibir tal distinción «en esta tierra de Asturias, de recias cumbres y verdes campiñas, donde nació uno de los escritores que más admiro –Clarín– y que es un símbolo, en la historia de Occidente, de amor a la soberanía y a la libertad». Fue una emotiva intervención que aprovechó para conmemorar los lazos entre España y América Latina, una unión con «trescientos años de historia común» pero que «los gobiernos se encargan a menudo de desunir», reprochó. Terminaba el autor de 'La ciudad y los perros' su alocución asegurando que España es una «democracia ejemplar» y finalizaba pidiendo, con la capacidad creativa y poética de un autor tantas veces admirado, que «hagamos con esas dos palabras, Hispanidad y Libertad, las piruetas que le gustaban al Lunarejo: juntémoslas, arrejuntémoslas, fundámoslas, casémoslas y que no vuelvan a divorciarse nunca».

Noticias relacionadas

Vargas Llosa, declarado admirador de Corín Tellado

Los amores de Mario Vargas Llosa: de la tía Julia a Isabel Preysler

Seis lecturas imprescindibles de un Premio Nobel

El viaje de Mario Vargas Llosa en política, su otra pasión

«Un gran hombre, leal a la amistad y de buen corazón»

Recibió aquel galardón junto al lingüista Rafael Lapesa, quien fuese miembro de la Real Academia Española y doctor Honoris Causa de la Universidad de Oviedo, en la sexta edición de unos premios que este año celebrarán su cuadragésimo quinta ceremonia. Era la primera vez en la que el entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, presidía el acto, pero no así la primera ocasión en la que el escritor de Arequipa visitaba la región, pues antes de recibirlo él mismo había sido también jurado de los Premios.

Cuando veinticuatro años después de subir al escenario del Campoamor se reconoció su trabajo con el Nobel de Literatura, la Fundación resaltó de nuevo la calidad de su prosa y celebró su reconocimiento internacional, «pues sabemos que Vargas Llosa conoce y aprecia nuestro Principado y admira muy especialmente la obra cumbre de Clarín, la novela 'La Regenta', tal como afirmó aquí, en Oviedo, en su discurso de recepción del premio Príncipe de Asturias».

Ampliar

Tiempo atrás, en 1981, quedaba constancia de una visita que hizo a la escritora Corín Tellado en su casa de Gijón. Gran admirador de esta autora asturiana, confesó en un artículo que escribió para este diario que se habría quedado «horas, días, oyéndola y viéndola, hasta contagiarme y ser capaz de escribir una novela en dos días».

Sus lazos con Asturias nunca dejaron de estrecharse. En 2016, el escritor fue recibido como caballero del Cuerpo de la Nobleza del Principado y, dos años más tarde, sería nombrado consejero de la misma orden. Su última visita a Oviedo sería hace apenas unos años, en 2018, cuando acudió de nuevo a la ceremonia de los Premios de la mano de quien entonces era su pareja, la reina del papel couché Isabel Preysler.