Paloma San Basilio en todo su esplendor
La gran diva de la canción en español encandiló al público del Jovellanos con su concierto de despedida lleno de temazos ajenos y propios
Una voz prodigiosa y un talento especial para hacer suyas canciones de otros y que todas, las propias y las ajenas, hayan pasado al imaginario popular con su sello, tan personal como su estilazo y su carisma. Esa es Paloma San Basilio y la historia de 50 años de éxitos que celebraba en el Teatro Jovellanos con su gira de despedida 'Gracias'. Las de una gran diva a un público que la sigue adorando, al otro lado del charco o en Gijón.
Precisamente con 'Gracias a la vida' de Violeta Parra abrió la cantante, con un teatro lleno recibiéndola entre aplausos. Saludó recordando sus orígenes asturianos, evocó las romerías llaniscas e invitó a que el público también cantase para seguir con 'Bésame mucho'; 'Caballo viejo', lanzando el vuelo de su vestido en el baile, 'Ansiedad', con el coro de las butacas acompañándola o 'El día que me quieras'. Más coros colectivos con 'La paloma' y un inagotable hilo de temazos de dominio universal en el que irían sonando, tras un cambio de look, 'Yolanda', de Pablo Milanés, 'Hija de la luna' de Mecano, una extraordinaria versión de 'Cuando nadie me ve' de Alejandro Sanz y una movida 'Tacones rojos' igualmente basiliana. No faltó a la fiesta '¿Y cómo es él?', de José Luis Perales.
«¡Guapa'», la piropearon. Y ella al quite respondió: «Guapa no sé, pero sudadita, desde luego». Y era bien cierto, porque aún le quedaba mucha lana que cortar, desde 'Despacito' a sus propios hits como 'Quiéreme siempre', 'Luna de miel', 'Será que hoy', joya de Armando Manzanero, u otro clásico como 'La hiedra', creando el ambiente perfecto para lucir un tercer vestido: largo, de noche y lentejuelas, y para dar paso a más exitazos: 'Nadie como tú', con un bonito juego vocal con las coristas (una de ellas su hija Ivanna). O algunos de sus primeros triunfos: 'Libre'. 'Paloma infiel' y 'Vida', buenas pruebas de la excelente salud musical de la diva, que aún compartía la icónica 'No llores por mí, Argentina', que puso al teatro en pie, y la despedida de la fiesta con 'Juntos'.