El TEG vuelve a escena con 'Desde la lona'

A Kartun habían recurrido ya al poco de retomar la actividad del TEG, parada durante algunos años, con 'Cumbia morena cumbia' y 'Semblanza de Mauricio Kartun', que protagonizó Pizarro junto a «mi compañero y hermano José Lobato», y después de llevar a escena otros dos textos de otros autores argentinos, 'Gris de ausencia' y 'El acompañamiento'. Regresan ahora al mismo lugar: «Nosotros leemos mucho teatro y los suyos son textos muy buenos, sus obras son muy alimenticias, tienen mucha verdad, mucha poesía, son muy valiosas y desconocidas», afirma el actor, que considera que es el teatro argentino «el que más verdad transpira» y por eso vuelven a él una y otra vez.

En esta ocasión se cuenta una historia que transcurre en un pueblo argentino, pero que podría ser cualquiera, con el curioso nombre de Maquinista Pi. «Es una historia de unos personajes que coinciden en el espacio y el tiempo», introduce sobre el argumento que comienza cuando un luchador de lucha libre llega a un pueblo pequeño, la camioneta no arranca, los luchadores le abandonan por falta de público, la compañía se desarma y él, de nombre Bautista, se queda allí. Y van apareciendo entonces personajes, como Pitusa, a la que da vida Martina Bueno, o un señor mayor que está a punto de jubilarse y es bibliotecario y le cierran la biblioteca para poner un salón de billar. El cuarto en discordia, Mariano Alfonso, da vida un personaje distinto, al marginado, a quien todos repudian y miran incluso con cierto rechazo. Desde ese universo se advierte el hoy, la actualidad.

Hace dos años que comenzó a gestarse este montaje que ahora ve la luz, después de unos ocho meses de ensayo reales y que se ha cocinado con los tiempos pausados con los que siempre se mueve el Teatro Estudio de Gijón. «Esta es una obra anhelada que estábamos buscando cómo podíamos hacerla, teníamos los actores y a Miguel Expósito para montarla y dijimos 'a por ella, y el tiempo que haga falta', es lo bueno de esta pseudoprofesionalidad del TEG, que no tenemos obligación de montar una obra en quince días, podemos darnos tiempo y que vaya macerando, se haga a fuego lento, tranquilamente». Hasta que no ha sido testada, hasta que no ven que el proyecto es digno, no comienzan a buscar un escenario para mostrársela al público. Eso demora en ocasiones sus estrenos, como el del próximo jueves, 9 de enero, (20 horas en el Teatro Palacio Valdés de Avilés). La compañía tiene también otro bolo en casa, en el Teatro Jovellanos de Gijón, previsto para el 9 de abril.