Una protesta propalestina en Avilés para a parte del pelotón cuando rodaba aún neutralizado

Las banderas palestinas han ondeado hoy por encima del resto en la salida de La Vuelta Ciclista a España desde Avilés. Unos carteles en la explanada del Centro Niemeyer, durante la presentación de los equipos, anticipaban lo que se iba a vivir poco después en la avenida de Gutiérrez Herrero, copada ambas aceras por centenares de manifestantes pro Palestina y en contra de la presencia de Israel en esta competición.

Gritos como «No es una guerra, es un genocidio», «Israel asesina, La Vuelta patrocina» o «Boicot a Israel» se han sucedido hasta que toda la comitiva ha pasado por el pasillo custodiado por agentes de la Policía Nacional, cuya numerosa presencia ha exaltado los ánimos de quienes con banderas, silbatos y pañuelos palestinos han mostrado su disconformidad con la presencia del equipo israelí en la carrera.

No se había dado aún la salida lanzada de la carrera cuando algunos de los corredores que participan en la Vuelta tuvieron que echar el pie a tierra en Avilés. Después de la salida en el Centro Niemeyer, los corredores pasaron por parte del casco histórico de la ciudad con la carrera aún netralizada. Cuando doblaron en la avenida Cervantes para tomar la calle Gutiérrez Herrero, varios cientos de personas se concentraban para protestar por la participación del equipo Israel Premier Tech. Entienden los manifestantes que se trata de una entidad que, a través del deporte, «blanquea» al Gobierno del país, que está cometiendo un genocidio en Gaza contra el pueblo palestino.

La gran cantidad de manifestantes provocó que las fuerzas de seguridad tuvieran que reforzar la caravana de protección a los ciclistas, ralentizando además la marcha. Ello llevó a que parte del pelotón llegara a bajarse de la bicicleta, ante la acumulación de deportistas y coches. Un cordón de agentes del operativo de seguridad contuvo a los manifestantes y el incidente se superó sin mayores consecuencias.

Agustín Medina, concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Avilés, de Izquierda Unida, ha celebrado el «éxito total de la multitudinaria y pacífica manifestación», salvo por un par de incidentes. «La gente sabe comportarse y Avilés responde», ha añadido. Ha explicado que no están en contra de La Vuelta sino de la presencia de Israel que, en su opinión, utiliza el deporte para «blanquear» su imagen y «mostrarse como un Estado democrático».

Las etapas asturianas de la Vuelta, que llegó el viernes a Asturias, han estado marcadas por las protestas. En la que partió de Cabezón de la Sal para acabar en L'Angliru, un grupo de personas dificultaron primero la salida en la localidad cántabra. Con protestas en localidades como Llanes y Nava, con notable presencia de manifestantes, el incidente de más relevancia se produjo al inicio de la ascensión a L'Angliru, cuando un grupo de doce personas detuvieron a los tres escapados, Cepeda, Jungels y Vinokourov, por unos instantes. Todos ellos fueron sacados de la carretera por las fuerzas de seguridad y detenidos después por un supuesto delito de desórdenes públicos.

La etapa de L'Angliru se desarrolló en medio de una tormenta política. El Gobierno regional, antes de que se diera la salida en Cabezón de la Sal, reclamó al equipo Israel Premier Tech su retirada de la ronda entendiendo que sería «lo mejor para todos, incluida la propia competición». La petición, que se produjo por boca de la vicepresidenta regional, Gimena Llamedo, llegaba después de la contestación social que está teniendo la participación de este club, con el genocidio de Gaza en primer plano y las llamadas a boicotear a un equipo que, entienden quienes defienden esta causa, «blanquea» al Gobierno de Benjamin Netanyahu. El máximo responsable del Ejecutivo israelí felicitó al conjunto ciclista «por no ceder ante el odio y la intimidación. Estáis haciendo que Israel esté orgulloso».

Su socio de Gobierno, Izquierda Unida, redoblaba el mensaje poco después, reclamando la «expulsión inmediata» del equipo israelí, apoyando y sumándose a las protestas. Ovidio Zapico, coordinador de la formación en Asturias y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Derechos Ciudadanos, llamó además a abrir una «reflexión» en el seno del Gobierno regional sobre la colaboración «económica e institucional» con la Vuelta.

La delegada del Gobierno, Adriana Lastra, ha mostrado su respeto a las concentración, pero ha pedido que sean pacíficas y ha asegurado que la labor de las fuerzas y los cuerpos de seguridad del Estado es la protección de todos, tanto de corredores como del público.

Desde el centro derecha asturiano se acusaba mientras tanto al Gobierno regional de «oportunista y desafortunada. Los ciclistas profesionales no tienen culpa de lo que ocurre en Gaza, que todos condenamos. Esto va en contra de la imagen de la región», afirmó el diputado del PP José Agustín Cuervas-Mons. El mensaje de Vox, por boca de su portavoz en la Junta, Carolina López, fue contundente. «El PSOE usa a los ciclistas de Israel como arma política, llaman a la revuelta, les responsabilizan. Solo ven política en un evento deportivo histórico español».

Adrián Pumares, diputado de Foro, puso el foco en la necesidad de que sea la «comunidad internacional» la que actúe con respecto al genocidio de Gaza. «Pero la solución no creo que pase por ocasionar problemas de seguridad en la Vuelta ciclista. Convendría que el Gobierno de Asturias aclarase cuándo se enteró de que este equipo iba a participar». La diputada del Grupo Mixto y líder de Somos Asturies, Covadonga Tomé, que participó en la protesta que se desarrolló en Nava, considera que «el equipo de Israel tiene que irse ya. No se puede utilizar el deporte para blanquear a un Estado genocida».

El presidente del Principado, Adrián Barbón, insistió antes de la salida desde Avilés en el mensaje de su Gobierno. «Yo aplaudí que se expulsara a Rusia de todas las competiciones internacionales por la agresión a Ucrania. Por la misma razón, tengo que apoyar a Palestina», afirmó Barbón, reclamando a la Unión Europea una postura más firme y coherente».

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