España y otros 10 países se unen para defender el acero europeo ante la sobrecapacidad y la competencia desleal
El Gobierno se muestra «firmemente comprometido» con el mantenimiento de la siderurgia integral y destaca el «alto valor estratégico» del sector
España, junto a Austria, Bélgica, Bulgaria, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, ha apoyado una propuesta con medidas comerciales en defensa del ... acero europeo que aseguren la continuidad de este sector, «con un alto valor estratégico, y que es esencial en las etapas iniciales de las cadenas de valor como las de automoción, energía, construcción o defensa».
Desde el Ministerio de Industria y Turismo señalan que, «además del exceso de capacidad de producción mundial y la competencia desleal» por parte de terceros países que no cumplen con los estándares medioambientales y sociales de la Unión Europea (UE), el sector siderúrgico se enfrenta al reto de acometer importantes inversiones para «modernizar y descarbonizar» sus instalaciones de producción en el Viejo Continente.
El grupo de Estados miembros que apoya la iniciativa, explican desde el departamento que dirige Jordi Hereu, «valora el notable trabajo» realizado por la Comisión Europea en su Plan de Acción para el Acero y los Metales, en el que «se reconoce acertadamente el carácter estratégico de la industria siderúrgica europea, las amenazas a las que se enfrenta y los mecanismos disponibles para superar estos desafíos».
Remarcan desde el Gobierno que «las medidas de salvaguardia actualmente en vigor, que protegen al acero europeo desde 2018, no son suficientes en el contexto actual». Por ello, los 11 países solicitan a la Comisión que ponga en marcha «de forma concreta y urgente» un nuevo marco que esté a la altura para una protección eficaz de la industria, en la línea de lo que anunció la propia Comisión hace unos meses.
Por otro lado, aunque no se citan casos concretos, sí se hace hincapié en que «este año deben confirmarse inversiones clave en proyectos ambiciosos de descarbonización en Europa«, por lo que el grupo de firmantes insta conjuntamente al Ejecutivo liderado por Úrsula Von der Leyen a presentar »sin demora« este nuevo marco de defensa del acero europeo, con el objetivo de que pueda entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2026.
En España, la industria del sector está repartida por 11 comunidades autónomas, «aunque hay una mayor concentración en la zona de la cornisa cantábrica, especialmente en Asturias y País Vasco, con gran peso de ArcelorMittal, que ya está invirtiendo en la electrificación de su planta de Gijón«, inciden desde el ministerio que dirige Jordi Hereu.
No obstante, la siderúrgica mantiene paralizado el proyecto para construir una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI) en Asturias debido a la falta de competitividad. No se trata de un caso único, sino que todos los proyectos de este tipo de ArcelorMittal en Europa están congelados hasta nueva orden. Ni siquiera las medidas incluidas en el Clean Industrial Deal (Pacto Industrial Limpio) o en el Plan de Acción para el Acero y los Metales han convencido a la multinacional de reactivar las inversiones, que también alude a los elevados costes de la electricidad como factor determinante.
El Gobierno de España subraya que las plantas siderúrgicas «contribuyen al dinamismo de muchas economías regionales», entre ellas la asturiana, y, por tanto, representan un sector con un importante peso socioeconómico en los territorios. Asturias cuenta con 32.400 trabajadores en una industria que representa el 11% del Producto Interior Bruto de la región, según datos de Femetal. En la Unión Europea aglutina un total de 310.000 empleos directos y 2,2 millones de empleos indirectos.
Precisamente esta semana el presidente de la patronal del metal, Antonio Fernández-Escandón, advirtió de que la actividad del sector se ve amenazada por las tensiones geopolíticas en Ucrania y Oriente Medio, debido a que la mayor parte de las empresas medianas exportan a otros países. Todo se suma a los aranceles del 50% que Estados Unidos mantiene sobre el acero y el aluminio. El impacto de esta medida no es tanto el directo, sino el indirecto, pues la primera potencia mundial no está entre los principales socios comerciales de España, pero sí lo están otros países con más exposición, como es el caso de Alemania.
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