La CE impone aranceles al hierro laminado y al acero turco
Bruselas responde así a la denuncia presentada por la patronal siderúrgica europea
Los productores de acero del viejo continente han recibido este jueves una buena noticia por parte de la Comisión Europea (CE), que ha decretado ... la aplicación provisional de aranceles a las importaciones de determinados productos planos laminados en caliente de hierro, de acero sin alear o de los demás aceros aleados, enrollados o sin enrollar que procedan de Turquía. Una decisión, por tanto, que beneficia a las plantas asturianas de Arcelor, donde se produce bobina laminada en caliente. La medida, publicada este 7 de enero en el Boletín Oficial de la Unión Europea, responde a la denuncia presentada por la patronal siderúrgica Eurofer (a la que pertenece la multinacional de la familia Mittal) el 31 de marzo de 2020 en nombre de un grupo de productores que representan más del 25 % de la producción total de la Unión Europea del producto investigado. La denuncia incluía elementos de prueba del 'dumping' y del consiguiente perjuicio importante, que se consideraron suficientes para justificar el inicio de la investigación por parte de la CE.
Así, la resolución establece que los derechos 'antidumping' provisionales deben situarse entre el 4,8% y el 7,6%. «Se espera que las medidas 'antidumping' impuestas a las importaciones procedentes de Turquía restablezcan unas condiciones comerciales justas en el mercado de la Unión y permitan a la industria europea obtener niveles de rentabilidad sostenibles para una industria que requiere mucho capital. Como resultado, se espera que los productores de la Unión se recuperen de la situación de perjuicio, sigan invirtiendo y cumplan sus diferentes compromisos, incluidos los sociales y medioambientales», recoge el dictamen. El periodo de aplicación de estos aranceles será de seis meses.
Asimismo, el informe recoge que el coste de producción de la industria de la Unión Europea aumentó de forma significativa desde 2016 (36 %), sobre todo debido a un fuerte aumento de los precios de las materias primas. No obstante, los precios de venta de la industria subieron más que los costes en 2017 y 2018, lo cual permitió a los productores recuperarse de prácticas anteriores de 'dumping' perjudicial y alcanzar una rentabilidad del 6,8 %. Sin embargo, en ese periodo, la industria redujo sus precios de venta en una media del 7 %, a pesar de los costes crecientes (4 %). Esto tuvo un «efecto devastador en la rentabilidad» de la siderurgia europea, la cual cayó del 6,8 %, en 2018, al -6 % en 2019.
Las importaciones procedentes de Turquía casi se triplicaron desde 2016, pasando de aproximadamente un millón de toneladas, lo que representa una cuota de mercado del 2,8 %, a 2,84 millones (cuota del 8,1 %). Este aumento de las importaciones tuvo lugar a precios inferiores a los de la industria europea, que tuvo que disminuir sus precios de venta. Esto provocó una fuerte caída de la rentabilidad, que pasó del 6,8 % a fuertes pérdidas (rentabilidad del -6 %), y al consiguiente deterioro de sus indicadores financieros.
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