La concertación se renueva para impulsar la innovación y el cambio de la industria

Convencidos de que el diálogo social es fundamental para el futuro de Asturias, pero también de que la concertación tiene que renovarse para adaptarse a los nuevos tiempos, el Gobierno regional, los sindicatos UGT y CC OO y la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) pusieron en marcha ayer una nueva negociación que pone el foco en el empleo y, según subrayó el presidente del Principado, Adrián Barbón, con la mente en la industria ante el reto de la descarbonización, la innovación, la ciencia como «gran aliada del futuro de Asturias» y la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres.

Antes de poder hacer balance del pacto anterior, vigente hasta diciembre -fue firmado por el anterior Ejecutivo con un compromiso de gasto de 1.742 millones -, el Principado avisa de que el próximo documento se diseñará con «un profundo afán reformador», con políticas diferentes e innovaciones que llevarán a hacer las cosas de otra forma. «Los tiempos exigen cambios», defendió Barbón, al hacer referencia a los «grandes retos» que tiene Asturias y las decisiones que se tomarán para afrontarlos.

En este sentido, el presidente de Fade, Belarmino Feito, consideró la concertación «una herramienta positiva», pero que debe actualizar su modelo para dar respuesta a la realidad económica asturiana y con evaluaciones «en tiempo real», mientras que el secretario general de UGT, Javier Fernández Lanero, apuntó también la necesidad de poner en marcha indicadores de la eficiencia que analicen el impacto de las distintas medidas.

Si el objetivo es cambiar el modelo, el inicio de las negociaciones ya tuvo una nota diferencial con lo que el propio presidente del Principado calificó de «despliegue» de consejeros, con la presencia en la reunión de cinco miembros de su Consejo de Gobierno: el vicepresidente y consejero de Infraestructuras, Medioambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, y el de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández, que se encargarán de coordinar todo el proceso, además de otras tres consejeras, la de Hacienda, Ana Cárcaba; la de Educación, Carmen Suárez, y la de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez. Esta participación fue considerada como un gesto «con continente y contenido» por Barbón, que la justificó por la necesidad de conocer las posibilidades presupuestarias con las que contará el futuro acuerdo, la importancia de los asuntos sociales en este mecanismo y también al considerar la Formación Profesional como uno de los grandes retos de la región.

En la toma de contacto de ayer se pusieron las bases para una negociación que comenzará de forma efectiva con un primer encuentro a finales de octubre, ya con documentos e informes que se habrán intercambiado las partes y sobre los que trabajar. El objetivo es dotar de agilidad al proceso, algo que ya sucedió con la reunión de ayer. «Tenemos que ponernos a trabajar porque estamos cansados de diagnósticos y hay que tomar medidas», subrayó Lanero. Su homólogo en CC OO, José Manuel Zapico, por su parte, destacó la sintonía entre los participantes «para construir una Asturias mejor» y aprovechar las oportunidades que se presenten.

Precisamente, entre estas posibilidades, Barbón apuntó las que genere la transición energética, un proceso que considera «una realidad a la que tenemos que hacer frente», ya que la UE ha emprendido este camino de forma conjunta y con pasos cada vez más acelerados ante «la emergencia climática». «Hay que darle la vuelta a una situación que puede generar problemas», defendió el presidente regional, y para ello se anunció que el próximo 14 de octubre se constituirá la comisión mixta que evaluará el impacto de esta transformación en Asturias y en la que participarán, además del Principado, Fade, UGT y CC OO, técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica. «Hay que dejar de hablar de oídas y hablar de la realidad para, a partir de ahí, transformar todos los proyectos que tenemos por delante», recalcó Barbón. Según Feito, con este análisis se podrán detectar los efectos de la descarbonización sobre los diferentes sectores de actividad y los territorios para determinar las oportunidades que ofrece la transición y focalizar las líneas de actuación.

Aún sin definir las estrategias de la nueva concertación, Feito destacó que entre sus prioridades estarán las actuaciones relacionadas con la preservación de la industria y la adopción de medidas que permitan aumentar su competitividad y mejorar los procesos innovadores, una línea apoyada también en la formación, para que dé respuesta a las necesidades del sector y a las amenazas que sufre.

Por su parte, Zapico insistió en la necesidad de hacer de la equiparación de derechos entre hombres y mujeres un eje transversal, que permita terminar con las distintas brechas que afectan a las asturianas, como la salarial o la de género. Barbón recogió ese guante al recordar que en su Gobierno hay mayor presencia femenina y, aunque aseguró que «a algún partido le sonará a chino», su apuesta pasa por luchar contra las desigualdades, lo que es uno de sus ejes «más claros».

Y, aunque la negociación ha arrancado más de forma oficial que efectiva, en lo que hay acuerdo unánime es en impulsar la recuperación el Consejo Económico Social (CES), órgano en el que estaban representados el Principado, Fade, UGT y CC OO, la Federación Asturiana de Concejos, la Universidad de Oviedo y la Fundación para el Fomento de la Economía Social. Esta entidad fue disuelta en 2017, tras un acuerdo alcanzado en la Junta General por PP, Podemos, Ciudadanos y Foro con el objetivo de adelgazar la estructura de los organismos públicos. Ahora, para que vuelva a ponerse en marcha, será necesaria su aprobación en el Parlamento asturiano.