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Belarmino Feito interviene en la asamblea de la Federación Asturiana de Empresarios, que se celebró ayer en el hotel de la Reconquista.

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Belarmino Feito interviene en la asamblea de la Federación Asturiana de Empresarios, que se celebró ayer en el hotel de la Reconquista. PABLO LORENZANA

Fade reclama medidas «urgentes» para evitar el declive de la región y advierte de que «se acaba el tiempo»

Ofrece «unidad» al nuevo Gobierno para hacer frente a los desafíos de Asturias

NOELIA A. ERAUSQUIN

GIJÓN.

Viernes, 7 de junio 2019, 02:59

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La Federación Asturiana de Empresarios (Fade) celebró ayer su asamblea general más política. Convocada a la vuelta de la esquina de dos procesos electorales, el acto más relevante de los que organiza la patronal regional cada año trascendió el ámbito económico con la presencia de gran parte de los representantes de los ciudadanos salidos de las urnas y con la apelación directa a estos de la necesidad de medidas urgentes «para sacar a Asturias del ostracismo y situarla en el lugar que le corresponde».

La cita, organizada en el hotel de la Reconquista, sirvió para desarrollar y priorizar el documento presentado el pasado mes de noviembre por Fade en el que se recogían '22 acciones ineludibles para el progreso de Asturias', y también para poner en valor la importancia de las empresas, con la presentación de una campaña que nace con el lema 'Sin empresas, no hay paraíso', pero sobre todo para dibujar un futuro muy negro para el Principado, que se encuentra «en un punto crítico» y en el que se requieren medidas «urgentes para evitar escenarios de posible no retorno», según advirtió el presidente de la patronal, Belarmino Feito.

Ante este panorama, lanzó «un mensaje de unidad para superar las diferentes amenazas que se ciernen», y lo hizo demandando directamente a la vicesecretaria general del PSOE y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, y al «futuro presidente del Principado», Adrián Barbón, reformas en profundidad para afrontar los problemas estructurales de Asturias, unas medidas para las que reclamó la participación directa de los empresarios como «parte imprescindible para abordar la estrategia económica de la región» y sentar las bases de la economía asturiana del año 2030.

«Queremos jugar nuestro papel, arriesgar y emprender», afirmó Feito, que calificó de «reto no exento de riesgo» el momento actual, que hay que abordar con inteligencia y acierto, pero que es «irremediable acometer, Adrián», señaló apelando directamente a Barbón, para añadir que «aquí están los empresarios asturianos para acompañarte. Nuestro ofrecimiento es sincero».

La oferta de estos pasa por «remar en la misma dirección: la de una Asturias próspera», pero para lo que hay que saber previamente «hacia dónde orientarnos, a qué nos vamos a dedicar y cómo vamos a priorizar nuestros recursos para conseguir los objetivos que nos fijemos» y esas prioridades pasan, para Fade, por abordar una transición energética que se ajuste a unos plazos, inversiones y alternativas que no destruyan la competitividad de la economía asturiana; una formación que se adapte a las necesidades de las empresas y dotar a la región de las infraestructuras necesarias para conectar su economía con la del resto de España y el mundo.

Tres puntos de los 22 recogidos en el documento elaborado por la patronal sobre los que ahondaron durante una ponencia previa la vicepresidenta de Fade, María Calvo, y el asesor jurídico de la organización, Javier García, pero que también abordó Feito, tras reconocer que los empresarios están «preocupados» por un contexto lleno de incertidumbres que van desde lo global a lo local, ya que influyen aspectos en los que los políticos de la región tienen nula capacidad de acción, como el 'Brexit', la guerra comercial entre EE UU y China, el conflicto de Venezuela o la situación de Oriente Próximo y otros en los que las decisiones que tomen marcarán gran parte del camino. En este sentido, reclamó «la necesaria armonización fiscal», porque «las asimetrías no son buenas»; también «formar para el empleo», para lo que propone un análisis de las necesidades de las compañías para adecuar las políticas por el empleo a estas, y también un estudio de impacto sobre la transición energética, que permita tomar decisiones que respeten la competitividad de las empresas y detecte oportunidades en este proceso de descarbonización. «Se nos acaba el tiempo, probablemente estemos ante el último tren», alertó.

Feito aprovechó también su discurso para arremeter contra el desafío independentista y contra algunos de los reales decretos adoptados por el Gobierno de Pedro Sánchez, aprobados sin recurrir previamente a la negociación colectiva, para la que reclamó una mayor consideración, como el del control horario, la subida del Salario Mínimo Interprofesional o el decreto de igualdad. «Emplazamos al Gobierno a retomar el diálogo», apuntó. Y sobre el problema demográfico, también ofreció su receta: «Una economía sólida y en crecimiento es el mejor antídoto, no solo para frenar la caída demográfica, sino también para atraer población».

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