La frustrada fusión en Asturias de los centros tecnológicos estalla con la crisis de Idonial
El Principado pretendía unirlo con CTIC, Asincar, Cetemas y Fundación Barredo, pero todas las entidades se fueron descolgando del proyecto
El Gobierno regional lleva años con la idea de contar en Asturias con un gran centro tecnológico de referencia con el objetivo de impulsar la ... Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+i) en la comunidad y poder optar a proyectos más ambiciosos y más programas europeos. Y su plan inicial para ello, además de dotar de más financiación a esta área, pasaba por unir Idonial, CTIC, Cetemas, la Fundación Barredo y la Asociación de Investigación de Industrias de la Carne del Principado (Asincar), que funciona como clúster.
Era un proyecto ambicioso y complejo, por lo que supone, con entidades muy diversas, con personalidades jurídicas distintas y ámbitos de investigación también distantes. Así, con el tiempo, todas las entidades se fueron descolgando del proyecto, algunas porque no veían su encaje, aunque la mayoría cuestionaban la falta de definición en el proceso, hasta quedar Idonial. La negativa de su patronato a aceptar la hoja de ruta del Ejecutivo deja ahora a este centro tecnológico en una situación difícil, con un presupuesto mermado en relación a años anteriores por falta de financiación autonómica, y un enquistado conflicto laboral. El comité de empresa ya ha convocado varias jornadas de huelga para denunciar que las empresas presentes en el patronato han tumbado el contrato programa del Principado, que permitía inyectar en la entidad 9 millones de euros en tres años , garantizar su viabilidad y hacerlo más competitivo. Sin embargo, las compañías califican el plan del Principado como «un cheque en blanco» falto de definición, que no aclara qué se va a hacer ni cómo y con una decisión innegociable, el cambio de directiva, que suscita el temor a que se «politice» la entidad.
Modelo vasco
Antes de que se llegara a esta situación, el resto de centros tecnológicos asturianos ya se fueron alejando de la propuesta con distintas justificaciones, aunque en líneas generales se critica la falta de detalle en cómo abordar una unión de ese calado, sin plan estratégico ni agenda tecnológica e incluso con errores graves en la documentación aportada.
Para abordar el proyecto, el Principado tomó de referencia el modelo vasco de Tecnalia, que supuso la fusión de distintas entidades ligadas a la innovación en esa comunidad. Así, Cidemco, ESI, Fatronik, Inasmet, Labein y Robotiker se integraron en 2011 para dar como resultado el primer centro tecnológico privado de España y el quinto de Europa, con una plantilla de 1.300 personas y, entonces, una facturación superior a los 110 millones de euros. Ni el tamaño, ni la situación de cada entidad es la misma en Asturias, trasladan empresas presentes en los patronatos de los centros implicados, que censuran las lagunas del proyecto realizado por la consultora contratada por el Principado para afrontar este plan.
El Gobierno regional lanzó a principios de 2023 un concurso público para la «asistencia en la definición, diseño y puesta en marcha del nuevo modelo de centros tecnológicos», que se adjudicó por 208.000 euros la vasca Infyde Global Consulting, que se impuso a otras dos ofertas. Sin embargo, ese documento, explican desde los patronatos de los centros tecnológicos, era principalmente una radiografía de la situación con errores ya de base y que no ahondaba en cuestiones tan básicas como la forma de integrar las plantillas y las direcciones o las líneas de investigación que se iban a potenciar o cuáles podrían decaer. El diseño de la fusión «estaba cojo», «tenía errores incluso patrimoniales», «no generaba confianza», apuntan distintos patronos, que lamentan las tensiones generadas. También critican que no se exploraran otras vías de integración, como una alianza previa. De hecho, recuerdan que la fusión de los centros vascos fue lenta. Una década antes de que se aprobara, en 2001, se creó Tecnalia Corporación Tecnológica y, a partir de ahí, se fue avanzando hacia la fusión.
En el caso de Asturias, con el descuelgue de los otros centros tecnológicos, el Principado puso el foco en Idonial y trasladó entonces su intención de que este, con sus sedes de Gijón, Avilés y Llanera, se convirtiera en ese gran centro al que aspiraba el Ejecutivo.
Votación polémica
Así se llega a la votación de finales del año pasado, en la que las empresas que forman el patronato de Idonial, que tienen mayoría en él frente a la presencia pública, sí votan a favor del cambio de modelo del centro y su refuerzo, pero en la que piden más claridad e información. En definitiva, rechazan la forma en la que el Principado quiere abordar el proceso. Así, dan la espalda a la propuesta presentada por el entonces director general de Innovación, Iván Aitor Lucas del Amo, elevado ahora a viceconsejero de Ciencia, Innovación, Investigación y Transformación Digital ante la baja del consejero, Borja Sánchez.
De ese desencuentro deriva la convocatoria de huelga por parte del comité de empresa, que respalda la propuesta del Gobierno regional y carga contra las empresas y también contra la actual dirección por una gestión que consideran «nefasta».
El problema es que Idonial se encuentra ahora en una encrucijada. El Principado ya tenía reservada una partida de dos millones de euros para este proyecto en los presupuestos, en los que rebajaba la financiación de Idonial de 400.000 a 100.000 euros porque contaba con inyectarle esa otra cuantía, que ahora no llegará. Con el recorte, su viabilidad queda muy tocada.
Mientras, el Ejecutivo plantea crear un nuevo centro tecnológico de vanguardia, que competiría con los ya existentes, avisan fuentes empresariales de los distintos patronatos, no solo de Idonial, que advierten de que con ello se da la espalda a la experiencia acumulada. Lamentan, además, esta deriva en la apuesta por la colaboración público-privada y piden que se reconduzca la situación.
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