La importación de acero apenas desciende pese a la medidas de la UE
La patronal siderúrgica española, que se reunirá en noviembre con el consejero de Industria, pide a Bruselas actuar contra la sobrecapacidad
P. LAMADRID
GIJÓN.
Jueves, 24 de octubre 2019, 03:23
Las medidas de salvaguardia impulsadas por la Unión Europea (UE) para tratar de contener las importaciones de acero «han corregido algunos problemas, pero son insuficientes». El director general de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), Andrés Barceló, urge a las administraciones a blindarse de manera más efectiva para proteger al sector, gravemente afectado por la llegada a España de acero 'sucio', como se denomina al procedente de países extracomunitarios donde no hay una política ambiental estricta. Las importaciones se dispararon el ejercicio pasado debido a los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las importaciones siderúrgicas.
En concreto, un 20,6% en términos interanuales. Si bien es cierto que en los cuatro primeros meses de este año se redujeron, solo lo hicieron un 5,8%. La patronal espera que las medidas proteccionistas que entraron en vigor el 1 de octubre alivien la situación de las empresas siderúrgicas, aunque Barceló recalca que el mayor obstáculo, que está en la raíz de raíz esta situación, es la sobrecapacidad del mercado, saturado por la elevada producción que sale de las fábricas de Turquía, China e India, principalmente. En el caso turco, explica el director general de Unesid, «la economía se ha ido al traste y las empresas compiten entre ellas de manera feroz», lo que acarrea el desplome de los precios.
«Pero el problema de la sobrecapacidad no se arregla con las medidas de salvaguardia», apunta Barceló, que reclama actuaciones rápidas a los gobiernos central y comunitario para atajar esta coyuntura que induce a recortar la producción por parte de las siderúrgicas europeas. En el caso del Ejecutivo español, valora la elaboración del estatuto para la industria electrointensiva, aunque lamenta que no se haya podido aplicar todavía porque el Gobierno no tiene potestad para aprobarlo al estar en funciones.
Como tampoco han llegado las transferencias correspondientes los 200 millones de euros comprometidos por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en concepto de compensaciones por los costes indirectos de CO2. En el ámbito europeo, Barceló ve con buenos ojos el arancel ambiental que defiende la ministra de Industria, Reyes Maroto. No obstante, pone el acento en que dicha medida, que supone un ajuste para limitar las importaciones, «ni es fácil ni es para mañana». En concreto, aprecia dos dificultades para su puesta en marcha. En primer lugar, una técnica «porque supondría hacer un IVA de los materiales». En segundo, «se trata de un problema político», ya que para aprobar el arancel es necesaria la unanimidad de todos los Estados miembros.
Dada esta complejidad, el director general de Unesid calcula que antes de tres años no sería posible aplicarlo en caso de que hubiera consenso. «Y necesitamos medidas ya», recalca. Las perspectivas para los próximos meses no parecen demasiado optimistas. La repetición electoral no favorece al mercado siderúrgico, ya que al estar prorrogados los Presupuestos Generales del Estado «se paraliza toda la actividad inversora pública», por lo que perjudica enormemente a la construcción residencial, una actividad prioritaria para las compañías de acero españolas.
En el caso de Arcelor, es más dañina la debilidad del mercado de la automoción, adonde va a parar una elevada parte de su producción. Barceló tratará estos y otros temas con el consejero de Industria, Enrique Fernández, en una reunión que se celebrará a principio de noviembre en Asturias.