Indra comunica a la plantilla de El Tallerón su subrogación, mientras el ERE en Duro Felguera se complica
La mesa de negociación del expediente de regulación no se pudo constituir por diferencias en la parte social, pero el plazo de un mes ya corre
Hubo ayer una de cal y otra de arena para la plantilla de Duro Felguera. Del lado positivo, 158 empleados de Calderería Pesada –incluidos ... los afectados por jubilaciones parciales y excedencias– fueron llamados por Indra a firmar el preaviso de su subrogación, un paso legal previo, pero decisivo, a la espera de que se concrete finalmente la compra de El Tallerón por parte de la empresa semipública. Se prevé que esto suceda «en días» y solo se está pendiente de algunos últimos flecos para que la banca dé el visto bueno al traspaso. De esta forma, dejan el centenario grupo asturiano para integrarse en la compañía que dirige Ángel Escribano con las mismas condiciones actuales, aunque su cometido será bien distinto, ya que Indra pretende hacer de las instalaciones de El Natahoyo una planta de referencia para la construcción de vehículos blindados e, incluso, integrar nuevos negocios en el futuro.
Sin embargo, del lado negativo, prácticamente a la misma hora, en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec) se ponía en marcha el reloj para negociar el expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a buena parte de las sociedades que integran Duro Felguera. El plazo legal queda fijado hasta el 11 de agosto, aunque por medio hay una fecha clave, el 31 de julio, en la que vence la segunda prórroga del preconcurso de acreedores otorgada por el juzgado a Duro. Y, sin embargo, ayer ni siquiera se pudo constituir la mesa de negociación por divergencias en la parte social sobre la representatividad. Había que elegir a 13 integrantes por parte de la plantilla, de unos 699 trabajadores, pertenecientes a Duro Felguera (DFSA) –en Asturias y en Madrid–, y también a DF Operaciones y Montajes (DFOM) –Asturias, Cartagena, Huelva, Tarragona–; DF Energy Storage –Asturias, Huelva y Madrid–; y DF Intelligent Systems y DF Green Tech –ambas en Asturias– y no hubo acuerdo.
Noticia relacionada
La intrahistoria del consejo «áspero y duro» de Indra por la compra de Escribano
Un empleado independiente de DF Energy Storage presentó la delegación de voto de 46 trabajadores, «suficientes», para la CSI, pero no para el resto de fuerzas. «No permitiremos que se deje de representar a esos 46 compañeros», esgrimía al terminar la reunión por parte de CSI Susana Fernández. Mientras que el presidente del comité de la matriz, Ángel Pastor, insistía en que la ley dice otra cosa y denunciaba que «tergiversan la realidad». «La representación es centro por centro de trabajo, no por CIF empresarial», y DF Energy Storage cuenta con varios, recalcaba. «Es lamentable estar en esto cuando deberíamos estar analizando la información y no sabemos ni la cifra de personas afectadas».
La plantilla de Calderería Pesada se integrará en la matriz de Indra con los mismos derechos y obligaciones actuales
Sin conocer el alcance
Con todo, la mesa de negociación no se pudo constituir, pero el tiempo corre y Duro Felguera tiene la potestad de imponer un ERE del que, de momento, no se sabe el alcance. Se ha llegado a hablar de unos 200 empleados, pero no ha habido ningún anuncio oficial. Esta medida se considera imprescindible por parte de la dirección, que cree que es la única opción dentro de su hoja de ruta para la salvación. «Es una medida inevitable y necesaria para asegurar la continuidad», defendió el presidente ejecutivo del grupo, Eduardo Espinosa, en la junta de accionistas celebrada el pasado 27 de junio.
Lo que sí avanza es la venta de El Tallerón, con ese preaviso de subrogación del personal. De momento, los trabajadores han acogido con gran satisfacción este paso, después de sufrir durante la última década los problemas derivados de la situación del grupo y denunciar la falta de inversiones en la factoría. Ahora, se integrarán en la empresa matriz de Indra, con los mismos derechos y obligaciones actuales, incluidos también los derechos adquiridos.
La empresa que lidera Ángel Escribano tendrá que formar a la plantilla para sus nuevos cometidos y adaptar las instalaciones, que están en suelo propiedad del Puerto de Gijón, para la nueva actividad, que se realizará mediante la filial Indra Land Vehicles. El pasado 4 de julio el consejo de administración de la Autoridad Portuaria ya autorizó la transmisión de la concesión del uso de los terrenos.
Pocos días antes, el 24 de junio, se informó de que Indra y Duro Felguera habían llegado a un acuerdo preliminar para el traspaso. Según fuentes bien informadas, la operación contempla el pago a la ingeniería asturiana de 3,6 millones de euros, un montante superior a la oferta inicial planteada por la compañía semipública.
La compra de Escribano se enfría tras un consejo «duro» en Indra
A las 15.00 horas de este jueves, la dirección de Indra se reunió de forma extraordinaria -y virtual- para afrontar por primera vez en el consejo de administración la posible absorción de Escribano Mechanical&Engineering (EM&E), la empresa familiar de los hermanos Escribano . El encuentro, previsto para alinear posiciones de cara al consejo ordinario, derivó en una sesión calificada de «áspera y dura», aunque también constructiva, por fuentes del propio consejo.
De los 16 miembros del órgano, solo 13 participaron. Los hermanos Escribano -Ángel, presidente de la compañía, y Javier, también consejero- no asistieron por un posible conflicto de intereses, dado su vínculo con la empresa objeto de estudio. La tercera ausencia fue la de Ángeles Santamaría, consejera independiente hasta el día anterior a la reunión. La directiva dejó su puesto por «motivos personales» y tres meses antes de finalizar su mandato. En noviembre asumirá un nuevo cargo en Mapfre. Su salida se produjo en el contexto de su oposición a la operación que se iba a tratar en la reunión.
Hasta ese momento, la integración de EM&E no había sido discutida formalmente en el seno del órgano de gobierno. Según fuentes internas, la rapidez con la que se puso sobre la mesa la operación y la falta de un análisis profundo generaron incomodidad y motivaron que el proceso quedara en pausa.
La incorporación de EM&E a Indra -aún sin una fórmula societaria definida- se considera clave para el crecimiento de la compañía en el ámbito de la defensa, especialmente en áreas como la producción de munición guiada, sistemas contradrón y mecanismos de detección terrestre. El debate en el consejo, sin embargo, puso en evidencia las reservas que existen entre algunos consejeros.
La operación ha quedado aplazada hasta que una comisión independiente, con el apoyo del despacho Garrigues, analice los pormenores de la posible absorción y determine si existe conflicto de interés. La documentación final, salvo sorpresa, no estará lista antes del verano, por lo que la operación no llegará al consejo ordinario del 23 de julio.
En la última junta de accionistas, un minoritario de Indra ya advirtió del riesgo de judicialización del proceso si la integración seguía adelante sin garantías.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión