Los rebrotes elevan las dudas sobre la economía asturiana

Los datos del PIB del tercer trimestre muestran que ha habido una mejoría inducida por el incremento del consumo y el turismo de la temporada estival, «pero es una comparación con el segundo trimestre, periodo en el que hubo una paralización casi total de la actividad productiva». Así explica la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) los positivos datos del INE, que revelan un alza del PIB del 16,7%. Sin embargo, la patronal recuerda que no se ha recuperado lo perdido durante el confinamiento y que la situación de las empresas «sigue siendo mala en general, exceptuando algunos sectores». Prueba de ello, asegura, es que la inversión en las empresas sigue paralizada por la incertidumbre, las exportaciones no mejoran y la cartera de pedidos de las compañías y de la industria «ya dan síntomas de deterioro».

Coincide en este diagnóstico el presidente de Asetra, Ovidio de la Roza, que califica al sector del transporte, que emplea a 12.000 profesionales en la región, como «un termómetro de la situación», por la relación directa que tiene con el resto. Y es pesimista. Tras el estado de alarma la actividad creció ligeramente, pero en este tercer trimestre, habitualmente bueno, aún se está al 70% o 75% de lo normal. La pandemia, sumada al cierre de térmicas y la crisis de Arcelor, ha supuesto un auténtico mazazo. «Hay mucha incertidumbre», reconoce, y ve con desconfianza la situación política.

En la patronal de la construcción se habla de cierta estabilidad, debido a la inercia de las obras en marcha. Con unas 1.700 empresas y algo más de 9.000 trabajadores dentro de convenio, el presidente de CAC-Asprocón, Joel García, insiste en la necesidad de agilizar la tramitación de licencias de obras y licitaciones, además de reducir la burocracia para «poder ser una palanca de la recuperación» frente a lo que sucedió con la crisis de 2008.

La hostelería por su parte vive un 'annus horribilis', marcado por restricciones y cierres y teme un nuevo confinamiento.

Los sindicatos también advierten de las dudas que provocan los rebrotes. Desde UGT, su secretario general, Javier Fernández Lanero, asegura que los datos del INE «parecen mostrar cierto alivio», pues reflejan la vuelta a la nueva normalidad del verano. Sin embargo, reconoce que «la incertidumbre sigue siendo la nota dominante». Los efectos en la economía de esta segunda ola se verán en próximas estadísticas. De ahí que recuerde que la prioridad ahora es controlar el virus para poder impulsar la economía y destaca la importancia que tendrá que Asturias cuente con presupuestos, así como la concertación social y aprovechar al máximo los fondos europeos, a la vez que se sigan manteniendo instrumentos como los ERTE.

Por su parte, Antonio Masa, de CC OO, califica el empleo que se crea de precario, temporal y a tiempo parcial, mientras se destruye el indefinido. «Las perspectivas a futuro no son buenas por el impacto de las restricciones impuestas ante el agravamiento de la crisis sanitaria», explica, y hace un llamamiento para «vencer al virus y atajar las desigualdades» con ayudas para quienes agoten las prestaciones, el Ingreso Mínimo Vital y un estatuto para las electrointensivas que sirva para potenciar la industria.