Café Restaurante Ébano
Jorge y Roberto aprendieron el oficio de Marino y Rosario, sus padres y fundadores del primer Ébano hace cuarenta años. Y las enseñanzas no cayeron en saco roto: hace quince años que marcan tradición y estilo
El 2010 parece que está ahí, a la vuelta de la esquina. Mientras vivíamos una crisis del ladrillo (y de todo) sin precedentes, el Ébano se trasladó, afianzó y modernizó. Acto valiente favorecido por su situación: detrás de la que pronto volverá a ser la sede de nuestro periódico, delante y lateral a la Estación del Ferrocarril y los Juzgados, en medio del trasiego de viajeros, periodistas, funcionarios y obreros, y cruce de gentes variadas de barrios variados (Centro, Sur, Laviada, El Polígono, Moreda). Y lo frecuentamos moderno, acogedor, descontraído y, a la vez, formal, con cafetería, tapería, vinatería, coctelería y –muy especialmente– comedor.
Café Restaurante Ébano
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Dirección: Matemático Pedrayes, 3, Gijón.
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Teléfono: 984 39 98 92.
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Gerentes y sala: Jorge y Roberto Fernández Castrillón.
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Cocina: Elvira Fernández y Chema Somiedo.
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Web: cafeteriarestaurantegijon.es.
Viendo la fecha de reapertura, diríase que, con lo que llovió en estas segunda y tercera décadas del XXI, se trata de un resistente ante tiempos difíciles. Pero más bien puede considerarse un negocio asentado, con casi medio siglo de continuidad, frecuentado por varias generaciones de parroquianos desde la que fuera su primera ubicación en la Avenida de Portugal.
Ensalada Ébano
Para 2 comensales: 2 tazas de brotes tiernos tipo mezclum, 1 puñado de moras, 1 puñado de arándanos, 400 gramos de setas frescas, 1 pechuga de pollo en filetes finos, 1/4 de litro de aliño de arándanos, 1/2 limón, aceite de oliva virgen extra, pimienta y sal en escamas.
Elaboración: 1. Tras lavarlas, o sencillamente sacarlas de la bolsa, bien escurridas o ya secas, las ponemos en la ensaladera. 2. Las pechugas de pollo, con limón y pimienta, las pasamos por la plancha o sartén sobre una fina capa de AOVE. 3. A fuego fuerte, unos minutos por cada cara, que queden doradinas, las retiramos y troceamos en tamaño bocado. 4. Hacemos lo mismo con las setas, limpiándolas suavemente usando un trapo o cepillín, y dorándolas en AOVE. 5. Mezclamos los brotes, los trocinos de pechuga y los trocinos de setas, y distribuimos las moras y los arándanos. 6. Trituramos un puñado de arándanos, añadimos zumo de limón y aceite extravirgen y, si se desea, un chorrito de miel. 7. Revolvemos hasta obtener un aliño homogéneo. 8. Distribuida la ensalada con homogeneidad y armonía, aliñamos, salamos prudentemente, y servimos.
Marino y Rosario lo fundaron e impulsaron, mientras los hijos, Jorge y Roberto, aprendieron a pie de barra y continuaron las vocaciones: abrieron el nuevo Ébano aquí, esquinado, color grafito, con salas de vinatería, cafetería y comedor moderno, predominio de líneas claras, mamparas, desayunos, almuerzos y cenas de espectro amplio.
Apropiado para tertulia, picoteo y buen provecho, la cocina, queda bajo el mando de Elvira mientras –la cortesía se cuida– camareros uniformados atienden prestos y amables. Destaca su menú del día –entrada, plato central y postre– que satisface huyendo de ingestas hipercalóricas, o las ofertas abundosas para dos. Y lucen y aromatizan su pulpo braseado, zamburiñas, chipirones afogaos, ensaladas con variados contenidos, carne gobernada, entrecote y chuletón, paletilla de lechazo y ¡por supuesto! cachopo y fabada. Prácticamente todo nuestro acervo culinario bajo el mismo techo preparado y servido por profesionales de la mejor madera.
