Restaurante Fumu
Fumu se ha consolidado en apenas dos años como la propuesta japo más seria de la región
Buscan la excelencia, y hay intención. Sus propietarios, Carlos y Álvaro, viajan observan y aprenden cada día, porque la cocina nipona es más difícil de lo que parece. Un maestro japonés tarda entre cinco y ocho años en hacer un nigiri perfecto, y muchos de ellos cada día solo preparan sushi. Especializarse implica esfuerzo y constancia.
Restaurante Fumu
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Dirección Marqués de San Esteban, 5. Gijón
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Contacto 985 07 95 94. www.fumuomakase.es
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Precio sin bebida: 65 euros
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Descanso: lunes y martes
En Fumu se puede disfrutar de una carta en la que encontrar usuzukuris, sashimis y temakis que están muy buenos. Son apenas diez platos, a los que hay que sumar catorce propuestas de nigiri, su especialidad. Para los que quieran dejarse llevar por las sugerencias del chef hay que reservar en la barra, donde el menú cambia cada temporada. El que nosotros disfrutamos constaba de varios nigiris, de dorada y de bonito encebollado, ambos excelentes, la lubina sunomono, bien aliñada y equilibrada, y el brioche de steak tartar, con punch y bien colocado en el menú, entre otras propuestas. De postre, son amantes de los mochis, postre típico a base de arroz glutinoso, aceptables. Interesante carta de vinos y de sakes, muy recomendables. El equipo de sala es profesional y cercano, genera buen rollo. Alcanzan los 15 puntos y consiguen 3 Y de Yantar.
A destacar
Lo mejor
La calidad de los nigiris, con un arroz que han ido perfeccionando su cocinado, y la buena materia prima utilizada.
A mejorar
Sería ideal poder disfrutar del menú degustación también en mesa, e incrementaría un poco las cantidades del mismo.
El plato
Este brioche de steak tartar es todo un éxito, y está justificado. Carne cortada a cuchillo al momento, bien aliñada y con sabor potente. Lo presentan también en ocasiones sobre arroz frito. Lo tienes en la carta, y en el menú omakase.
El lugar
Espacio más bonito de noche que de día, con una barra en la que solo se ofrece menú, y luego dispone de mesas altas y mesas bajas. La decoración es minimalista y sencilla. No hay mantel, pero sí servilletas de tela. Se cocina casi todo en sala.