José Mario Díaz Fernández
«Algunas necesidades de las empresas pasa por la incorporación de las tecnologías digitales, todavía está en proceso»
José Mario Díaz Fernández (Pañeda, Siero, 1953) ha sido elegido como 'Antiguo Alumno Distinguido 2025' por el Real Instituto Jovellanos. Entre su extenso currículum ... destaca como catedrático de Ingeniería Química de Industria y Procesos Agroalimentarios. Además, es responsable de la creación, en la Universidad de Oviedo, de la formación en el campo alimentario. Ha investigado en tratamiento de gases y de aguas residuales, fermentación, separación y preparación de materiales biológicos y alimentarios.
–Enhorabuena por el premio. ¿Qué significa para usted recibir este reconocimiento?
–Fue una sorpresa absoluta. Lo recibo con alegría, agradecimiento y responsabilidad.
–¿Qué recuerdos conserva de su paso por el instituto Jovellanos?
–Dice Borges que «somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos». Cuando sucede algo así y empiezas a recordar el pasado te das cuenta de que lo importante son nuestros recuerdos. Me acuerdo de los compañeros de la clase, de los que tenía cuando salíamos y, por supuesto, de los profesores. Eran de un gran nivel, también te das cuenta después, porque te influyen mucho.
–¿Tuvo algo que ver el instituto en su vocación científica?
–Sí. Sin duda. Tuve profesores muy buenos. Luego estudié Químicas en la Universidad de Oviedo. Seguramente, influido por un magnifico profesor que tuve de esta materia. Aunque la dirección hacia las ciencias también estaba relacionada con unas capacidades personales. También hubo profesores de filosofía o historia que me influyeron mucho en la forma de ver la sociedad y de desarrollarse personalmente.
–Desde entonces, ha construido una carrera sólida en la Universidad de Oviedo. ¿Cuáles considera sus mayores logros?
–He dado muchas clases, he hecho libros de texto que son referencia en España en su campo, muchos artículos publicados., etcétera. Pero destacaría mi Cátedra de Ingeniería Química, porque la ingeniería está muy relacionada con la industria. En general toda la ciencia depende de la industria.
–En este sentido, ¿qué ha aportado usted?
–Puse bastante interés en contribuir a la mejora de la industria con mi participación en la creación de el clúster de Ingenierías Químicas y Procesos de Asturias. Se creó en el año 2000. Estamos en el 25 aniversario. Con ello queremos mejorar los aspectos técnicos de las empresas asturianas.
–¿Qué aspectos hay que mejorar?
–Algunas necesidades de innovación pasan por temas ambientales. En particular, con el tratamiento de aguas. También con la incorporación de las tecnologías digitales. Ahí entra la Inteligencia Artificial. En general no se ha introducido con la potencia que se espera. Lo hemos visto a nivel de manejo de personas como chat GPT pero la industria se encuentra en un periodo en el que todavía no están introducidas. Y el tema energético. Siempre digo que, desgraciadamente, se ha hablado de transición energética y, seguramente, hubiera sido mejor que se hablara de sustitución energética. Lo que ha ocurrido es que la función de energía de Asturias ha caído.
–¿Qué le motivó a especializarse en el tema de la industria y los procesos agroalimentarios?
–Como le comentaba, la ingeniería y la industria van muy unidas. Creo que si alguien hace ingeniería una opción es que esté muy atento a la industria. La parte alimentaria surge con la investigación, porque la ingeniería química ha incorporado no solo procesos químicos, sino también biológicos. Uno de ellos son las fermentaciones. Con mi equipo de investigación comencé por ahí. Todo esto conecta con el sector de las fermentaciones agroalimentarias: cerveza, sidra, etcétera. La formación alimentaria en Asturias no existía en a Universidad de Oviedo, fuimos quienes la introducimos con uno de los máster más antiguos.
–¿Cómo ve usted la industria agroalimentaria en un futuro?
–En el campo alimentario, Asturias tiene el problema de que la producción alimentaria básica es pequeña. Convendría que aumentara la producción alimentaria primaria. Los productos son de mucha calidad pero se necesita más cantidad y se necesitan estructuras económicas más potentes. En lácteos hay dos: Capsa y Reny Picot. Pero, luego, en otros sectores no hay estructuras potentes y en el mundo para competir se necesita esto. Luego, hace falta mucha innovación. Asturias va a crecer, no le queda otra, pero no es fácil.
–¿Qué le diría a los alumnos que están ahora en el instituto Jovellanos?
–Espero que les vaya muy bien. Que sepan que deben trabajar en sus estudios, para ellos mismos pero también porque tenemos que contribuir a la mejora de la sociedad. Y a los profesores les animo a que sigan y actúen en la dirección de seguir siendo un centro de referencia y que busquen los contenidos más actuales y que generen en los alumnos un sentido de trabajo y aprendizaje.
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