«Fue todo muy rápido; en minuto y medio se metieron tras el mostrador y arrancaron la caja»

Tardaron un minuto y medio en perpetrar el atraco. Los tres ladrones tenían los roles perfectamente repartidos: mientras uno esperaba fuera con el coche en marcha, el segundo vigilaba la puerta, armado con una pistola, y el tercero se dirigía directo hacia la caja registradora. El golpe duró apenas 90 segundos. Lo suficiente para sembrar el pánico entre los empleados y propietarios de las gasolineras asturianas, que en los últimos meses se han convertido en diana de los delincuentes.

«Fue todo muy rápido, lo que tardaron en meterse detrás del mostrador y arrancar el cajón de la caja fuerte... No sabemos si habían estado antes controlando, pero fueron directos a donde estaba el dinero», relata José Manuel Bernardo, encargado de la estación de servicio de Tremañes asaltada poco antes de las diez de la noche del lunes.

No utilizaron la violencia, pero «la empleada se llevó un susto enorme». En ese momento se encontraba ella sola en el negocio, recogiendo para acabar su jornada laboral. «Actuó de forma lo más tranquila posible que pudo, tratando de tranquilizar también a los ladrones mientras pulsaba el botón del pánico», añade el encargado.

Apenas diez minutos después del robo llegaban dos dotaciones de la Policía Nacional. Para entonces los delincuentes ya habían huido con la recaudación y también con un bote de aceite para coche que le interesó al que custodiaba, armado, la puerta de entrada.

El golpe fue captado íntegramente por las cámaras de seguridad de la gasolinera (reproducido en www.ELCOMERCIO.es), si bien actuaron completamente tapados con capuchas, pasamontañas y ropa amplia para dificultar su identificación. Sí se intuye que se trata de personas jóvenes y de una altura considerable.

La banda llegó a la estación de servicio a bordo de un turismo Volkswagen Golf que había sido robado poco antes en Oviedo. Su propietaria no se había percatado de la sustracción cuando cometieron el asalto. Ya por la mañana, el vehículo apareció abandonado es un descampado, también en Oviedo. La Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Asturias se hizo cargo de él con el objetivo de realizar una inspección minuciosa en busca de pruebas e indicios que ayuden a identificar a los tres individuos.

La principal vía de investigación que siguen las fuerzas y cuerpos de seguridad es que se trata del mismo grupo delincuencial que hace un mes perpetró otro asalto con violencia en una estación de servicio en Mareo. Emplearon el mismo modus operandi. En esa ocasión, sustrajeron un coche en Gijón y se desplazaron hasta el lugar en él. También entraron poco antes del cierre al público, a punta de pistola. Mientras uno se hacía con el dinero de la recaudación, otro vigilaba la entrada. El turismo fue hallado por la Policía Local poco después en el polígono de Roces.

Con ese mismo proceder, y también protagonizado por tres delincuentes armados, tuvo lugar el asalto en un estanco de Tremañes. Por el momento, las tres investigaciones avanzan y se centran en evitar que se produzcan nuevos episodios delictivos que han generado una importante preocupación en la ciudadanía en los últimos meses.

A estos atracos en gasolineras y en un estanco se suma el robo con rehenes que tuvo lugar hace tres meses en un chalé en Somió. Los ladrones esperaron a los propietarios de la casa, un matrimonio septuagenario, y los amenazaron con armas, emplearon una gran violencia, los maniataron y amordazaron mientras recorrían la vivienda en busca de dinero y joyas. Se apoderaron de un cuantioso botín y huyeron dejándolos atados. Estos consiguieron liberarse y alertar a la Policía Nacional y a sus familiares. Aún no ha habido detenciones.