El Ayuntamiento de Gijón ingresó el año pasado 65,51 millones por el IBI, un 5,64% más

El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), también conocido como contribución, sigue siendo la principal fuente de recaudación municipal y representa casi el 30% de los ingresos de las arcas locales. El Ayuntamiento cobró el año pasado 65,51 millones de euros por este impuesto que pagan los dueños de viviendas, casi 3,5 millones más que en 2018 (un 5,64%).

También se produjo en el anterior ejercicio un significativo aumento de la recaudación del impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO) con 980.873 euros más ingresados en un año hasta sumar 4,6 millones. Un incremento, sin duda, vinculado a la reactivación derivada de la aprobación del Plan General de Ordenación (PGO).

Los incrementos de la recaudación por el IBI y el ICIO contrastan con una importante caída del 24,42% de los ingresos por la plusvalía municipal, un impuesto cada vez más cuestionado. En 2019 el Ayuntamiento cobró 4,2 millones menos por el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana hasta situarse en 13,1 millones los ingresos por este concepto. No en vano el Consistorio gijonés ha ido adaptando la liquidación de este impuesto a los diferentes pronunciamientos de los tribunales de justicia.

La tendencia en relación con la plusvalía parece que seguirá siendo la de ingresar cada vez menos. A finales del pasado mes de marzo la concejala de Hacienda, Marina Pineda, anunció la suspensión del cobro de este impuesto para aquellos inmuebles que hayan reducido su valor y, por tanto, no haya ganancia patrimonial para el contribuyente.

A partir de ahora, para quedar exentos de pago, quien venda un inmueble de su propiedad deberá presentar escrituras que evidencien una disminución del valor de la vivienda respecto al momento en que la compró, disminución que deberán comprobar y confirmar los técnicos municipales. En cualquier caso, el Ayuntamiento sigue a la espera de una norma legal que clarifique cuál debe ser la fórmula de cálculo del valor de los terrenos a los efectos del impuesto de plusvalía y, sobre todo, cuál debe ser la documentación necesaria para acreditar la existencia o no de un incremento que justifique la liquidación del impuesto.

También se registraron el año pasado bajadas de recaudación con la viñeta y el impuesto de actividades económicas (IAE). De un 4,17% y un 7,93%. Estos datos forman parte de la cuenta general del Ayuntamiento correspondiente al ejercicio de 2019 que se llevará mañana a la Comisión especial de cuentas.

Por otra parte, el Ayuntamiento prepara un nuevo ajuste presupuestario para hacer frente a necesidades derivadas de la crisis del coronavirus. Pero a diferencia de las modificaciones aprobadas en los dos últimos plenos , orientadas a apoyar a las empresas en su retorno a la actividad, reforzar las ayudas sociales y hacer frente a inversiones en los barrios, en esta ocasión el objetivo es arreglar las cuentas del propio entramado municipal. Las pérdidas por la COVID obligan a ampliar las transferencias a las empresas públicas de Gijón. En concreto el Consistorio se ve en la obligación de inyectar más de tres millones de euros a EMTUSA, Emulsa y la EMA con el riesgo de incumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria si no se permite disponer de la totalidad del remanente municipal.