Las carabelas portuguesas mantienen la bandera roja en las playas de Gijón
En El Arbeyal se encontraron 26 ejemplares en la orilla al iniciar el servicio de salvamento; en San Lorenzo, cuatro
Banderas rojas y amarillas ondearon en la playa de San Lorenzo y en El Arbeyal. La presencia de las carabelas portuguesas que llegaron a la costa gijonesa se mantiene y, por lo tanto, la precaución. Se encontraron en El Arbeyal 26 carabelas portuguesas de pequeño tamaño en la orilla del mar al iniciar el servicio de salvamento, al mediodía. En La Escalerona y en la escalera 1 se hallaron cuatro ejemplares.
En la mañana del domingo, el Arbeyal cerró al baño, también lo hizo por momentos la playa de San Lorenzo el domingo cerrada al baño todo el día desde la Escalerona hasta San Pedro mientras en el resto del arenal gijonés ondeó la bandera amarilla. Avanzada la mañana se abrió un tiempo la zona, con precaución por carabelas.
La situación por la tarde no distó mucho. Hubo bandera amarilla en El Arbeyal y en La Escalerona se colocó la bandera roja de nuevo. En el resto de arenales gijoneses no se avistó a este hidrozoo de largos tentáculos (con apariencia de medusa) propio de mares tropicales y que puede hasta causar la muerte. La alta temperatura del agua en la costa asturiana, que ronda estos días los 21 grados, es un aliciente para las aparición de estos ejemplares.
Dos afectados
La carabela portuguesa llegaba a la costa asturiana la pasada semana, a playas de Castrillón y Tapia de Casariego, en las que bañistas y pescadores sufrieron ya sus efectos. El sábado este organismo con apariencia de medusa aparecía también a los arenales de Gijón. Concretamente a la playa de San Lorenzo.
Uno de estos ejemplares picó a un niño por la mañana, en el entorno de la escalera 9. Por la tarde, fue una adolescente de 17 años la afectada en el entorno de la escalera 15, sin que provocase consecuencias graves para ninguno de ellos.
¿Qué hacer si nos pica una carabela portuguesa?
Los ataques de la carabela portuguesa provocan desde reacciones alérgicas hasta la muerte del paciente en los casos más extremos ya que inyectan a su presa una neurotoxina y una cardiotoxina altamente peligrosas.
Es por ello, que una de las recomendaciones que dan los expertos sanitarios en el caso de que nos pique, es comprobar la zona de la piel afectada y si hay algún resto de púa extraerla tan pronto como sea posible. Con un simple roce con sus tentáculos pueden provocar lesiones en la piel, erupciones o ampollas que, en el caso de que se infecten, pueden necesitar de una pomada o antibiótico.
En cualquier caso la recomendación de todos los expertos sanitarios es que, ante la menor duda, es preciso acudir a un centro hospitalario para que nos evalúen. Especialmente si se cuenta con alguna cardiopatía o patología previa que pueda suponer un riesgo añadido.