Carlos Zúñiga hijo, empresario de la plaza de toros de Gijón: «El Bibio estrenará un tendido de sol para jóvenes con el 50% de descuento para el abono»
«La suspensión de la Feria de Begoña marcó un antes y un después para demostrar que en Gijón hay una afición a los toros muy fuerte»
El empresario Carlos Zúñiga González (Valladolid, 1977) está exultante con el elenco de figuras del toreo y ganaderías que ha contratado para la próxima ... Feria de Begoña en Gijón, que recuperará el formato prepandemia con cinco días de festejos taurinos.
–¿Qué le diría a quien ahora mismo este dudando en si renovar o no su abono para los toros?
–Que no se lo piense, porque la Feria de Begoña de este año contará con la presencia de todas las figuras del toreo y ganaderías de primer nivel seleccionados con el mayor esmero posible por esta empresa. No quiero ponerme la medalla si los toros embisten y ser el único culpable si los astados no lo hacen. Pero creo que renovar el abono para ver tres corridas de toros con las mayores figuras del toreo, una corrida de rejones con Diego Ventura, la principal figura del toreo a caballo, y tres novilleros de primer nivel pues merece mucho la pena. Y lo merece por todos los descuentos, por asegurarse un lugar privilegiado en la plaza y sobre todo por apoyar una cultura, que es tradición de nuestros antepasados y no la hemos inventado ni Carmen Moriyón ni yo, sino un montón de gente que ha sido aficionada de verdad a los toros, como la Federación de Peñas Taurinas del Principado, que sigue manteniendo viva la llama durante el invierno.
–¿En materia de tarifas y precios va a haber alguna novedad?
–Se han incrementado las entradas sueltas y el abono. Creo recordar que en un 2,2%, que es lo que marca el pliego de condiciones por la subida del IPC. Será un euro o euro y medio, quizás dos euros, en las entradas más caras. Pero este año, como gran novedad, El Bibio estrenará un tendido de sol especial para jóvenes con el 50% de descuente para el abono. En Circuitos Taurinos recogeremos el guante para ayudar a fomentar el relevo generacional entre la afición y que los jóvenes puedan acudir a los toros en Begoña y estar presentes en una localidad de sol más cercana al ruedo. Voy a tomar la decisión para este año y el resto de los que quedan de concesión.
–¿Cree que ahora mismo la tauromaquia esta blindada en Gijón tras la suspensión del mandato anterior?
–La suspensión de la Feria de Begoña marcó un antes y un después para demostrar que en Asturias, y sobre todo en Gijón, hay una afición a los toros muy fuerte. Creo que los aficionados lo que principalmente tenemos que defender es que es un espectáculo completamente legal, pese a quien le pese, y culturalmente con unos valores enormes. Con una alcaldesa como Carmen Moriyón volcada en las tradiciones y con la cultura de una ciudad que, evidentemente puede tener detractores, se ha demostrado que sigue habiendo muchísimos aficionados que son los de verdad capaces de mantener la Feria Taurina. Si ellos no respondieran esto duraba un año, porque el empresario paga por la concesión y no tenemos ninguna ayuda de administraciones.
Enorme ilusión por venir a Gijón
–¿Tienen que hacer un esfuerzo extra para que no calen los mensajes de los antitaurinos?
–Quizás yo he metido la pata en otras épocas de mi vida, pero yo creo que ahora mismo lo único que tengo que tener hacia esa gente que no le gustan los toros es respeto, que es lo único que también les pido a ellos. Les escucho y respeto, pero no les tengo en cuenta. La mayor fuerza moral que tengo es ver cómo cada año descuelgo el teléfono para contratar a las figuras del toreo y los ganaderos y confirmar que vienen con una enorme ilusión a Gijón. Lo primero porque es una ciudad maravillosa, donde hay un clima en verano espectacular y que les viene muy bien para descongestionar del calor de la meseta, y sobre todo porque se sienten muy arropados por un público muy involucrado.
–Acaba de debutar como ganadero con novillos de nombre gijonés.
–Estoy cumpliendo un sueño de niño. Tengo una punta de vacas en Soto del Real, en Madrid, que es donde vivo. La primera camada fue muy cortita, tuve apenas cinco machos y siete hembras, los decidí lidiar en una de mis plazas en Palencia el 31 de mayo y salió muy bien. Mi ganadería familiar se llama El Bibio en homenaje a Gijón, la ciudad de mi mujer que marcó mi vida para siempre cuando el Ayuntamiento nos otorgó la primera concesión administrativa sobre la plaza hace 23 años, y lleva la divisa rojiblanca con sus colores.
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