El detenido por la violación de Somió: un hombre de 44 años, vecino de Gijón y con antecedentes por otras agresiones sexuales
El sospechoso fue arrestado a primera hora de la mañana de hoy después de 18 días de intenso trabajo policial. Como avanzó EL COMERCIO, dejó pocas evidencias, atando a la víctima y llevándose la cinta americana con la que le había tapado los ojos
Detienen al presunto violador de Somió, un hombre de 44 años que cuenta con antecedentes por otras agresiones sexuales. Los agentes de la Policía Nacional llegaron a él tras 18 días de intenso trabajo, día y noche, para conseguir identificarle y evitar que hubiese una reiteración delictiva. La gravedad de los hechos hizo que la investigación fuera prioritaria para la Comisaría de la Policía Nacional en Gijón, que contó con el apoyo de la Comisaría General de la Policía Judicial, en Madrid.
El individuo habría podido ser identificado hace varios días y fue hoy por la mañana cuando se procedió a su detención en su domicilio de Gijón y también al registro de su vivienda, de la que los agentes se han llevado prendas de ropa que el individuo podría haber vestido el día del ataque y también sus dispositivos móviles.
El sospechoso se encuentra hospitalizado en el HUCA bajo custodia policial y se espera que pase a disposición judicial los próximos días mientras los agentes de la Policía Nacional se encuentran ultimando el informe que remitirán al juzgado.
Tal y como avanzó EL COMERCIO, la violación tuvo lugar el miércoles 30 de octubre. La víctima transitaba por el camino de los Lirios, en Somió, y fue abordada sorpresivamente por el atacante, que la llevó a un solar apartado y una vez allí consumó la agresión.
El violador conocía la zona y sabía el lugar al que llevarla para evitar ser visto desde el camino y desde el Club de Tenis, muy próximo.
Es un caso con pocas evidencias dado que el violador se empleó para evitar dejar rastros. Se llevó incluso la cinta americana con la que le tapó los ojos a la menor, de 17 años, a la que abordó en el camino de los Lirios poco después de que anocheciese.
Actuó completamente tapado. Utilizó guantes y colocó unas bridas en las manos de la víctima, a la que llegó a agredir para mermar sus fuerzas y evitar así que se zafase
