Emulsa prueba un sistema de trampas electrónicas para acabar con las ratas

Emulsa ha empezado a probar un sistema electrónico de trampeo para tratar de reducir la población de ratas en la ciudad. Los dispositivos, patentados por Anticimex, están especialmente diseñados para su uso en el sistema de alcantarillado. Una vez instalada en un sumidero, la trampa detecta mediante sensores de movimiento y calor corporal el paso de los animales y los golpea causándoles la muerte de forma instantánea. Después el cuerpo del roedor es arrastrado por las aguas residuales, quedando el dispositivo vacío y listo para volver a funcionar. El sistema lleva también automáticamente un recuento de los animales atrapados.

«Lo tendremos en pruebas hasta finales de año, para ver si empezamos a usarlo de manera generalizada», apuntó el concejal Olmo Ron, quien cifró en seis los dispositivos que sería necesario alquilar para prestar un servicio adecuado. La empresa suministradora de los equipos en prueba hará además un estudio estimativo de la población de ratas en la ciudad. Emulsa, por otra parte, ha incrementado de uno a cuatro los equipos de operarios dedicados a la desratización.

La empresa municipal también presentó ayer un nuevo servicio de limpieza del entorno de las zonas de contenedores -no solo de los cubos-, que incluirá lavado a presión y desodorización. «La intención es hacerlo al menos una vez al mes en todas las estaciones de contenedores». Ron anunció además que la plantilla de Emulsa se ha reforzado con 179 trabajadores temporales -141 para limpieza y 38 para jardinería- de la nueva bolsa de empleo, cuyo examen se celebró poco antes de la declaración del estado de alarma y de la que ya se ha empezado a tirar para cubrir vacaciones y para potenciar los servicios durante la época estival.

El edil destacó por otra parte que desde el final del estado de alarma servicios como el de recogida gratuita de muebles han visto duplicada su actividad. Y explicó que no solo han aumentado las solicitudes de recogida -imprescindibles para la organización de las rutas y que alcanza niveles de cien peticiones diarias- sino también el abandono de muebles en la acera sin previo aviso a Emulsa. Pidió «colaboración de la ciudadanía» para seguir el procedimiento existente. Añadió que para algunos artículos, como los colchones, como consecuencia del coronavirus existe un protocolo de seguridad por el cual se dejan pasar uno o dos días antes de su retirada.

Y el sindicato CSI criticó que «de los cinco camiones lavacontenedores solo uno está preparado para los del nuevo modelo» y pidió otro camión de recogida de muebles y uno de residuos, además de más personal.