Una guerra vecinal
El problema de la droga en el Polígono llegaba a instancias mayores al anunciar Amandi que elevaría las denuncias de los vecinos a la Fiscalía
Miércoles, 7 de septiembre 2022, 00:55
Los protagonistas tenían nombres y apellidos; sus domicilios, también: las viviendas sociales del barrio, algunas de las cuales muchos vecinos optaban por expropiar. Nada sencillo. «Solo una sentencia judicial puede poner las cosas en sus itio», reconocía el viceconsejero, «ya que la inmensa mayoría de las viviendas sociales del Polígono son propiedad de las personas que las ocupan. No sería lo mismo si se tratase de alquiler». La cuestión es que allí, según afirmaban los vecinos, vivían traficantes de droga a los que querían «apartar de la colectividad». Al menos, ese era el deseo de las 227 firmas recogidas para el desalojo de algunos residentes en la calle Torre Cerredo.
«No se pueden mezclar las cosas como los desahucios y el orden público», afeaba Amandi al Ayuntamiento gijonés, metido en la trifulca desde la barrera, y por entonces de distinto color político al del Principado.. La cuestión venía de lejos y, según el viceconsejero, al menos desde 1993, cuando «ya se constata la existencia de denuncias en este sentido y problemas detectados por los vecinos», «se pudieron hacer muchas cosas. No se puede dar la sensación permanente de que todo es culpa de quienes gobernamos ahora». Por lo pronto, la elevación de las quejas a Fiscalía y una reunión con trece consistorios para modificar los baremos de la concesión de viviendas sociales en Asturias estaba en la agenda política. Pero al problema le quedaba, aún, un largo recorrido. Y, por supuesto, no exento de polémica.