Inés Rey, alcaldesa de La Coruña y presidenta de Atlantic Cities: «Nosotros conseguimos trascender los choques políticos con el Puerto»
«Si hemos podido llegar a un acuerdo para 120 hectáreas, en Gijón con un franja de 417 metros habrá que hacerlo»
De visita en Gijón como presidenta de la red Atlantic Cities, Inés Rey, alcaldesa de La Coruña, lidera el consorcio Coruña Marítima para ... la rehabilitación de la fachada marítima del puerto interior de la ciudad gallega.
–La Coruña está afrontando un momento histórico en la reconfiguración de su litoral.
–Sí, después de 17 años en los que las administraciones no se sentaron en ningún momento para hablar del futuro de la ciudad. Tras desatascar el tren a Punta Langosteira, el puerto exterior, como alcaldesa no podía darle la espalda al mar y al puerto interior. Sentamos a todas las administraciones a la misma mesa, pusimos las cosas en común en el centro, dejamos a un lado la discrepancia, sobre todo el ruido político al que ya nos hemos acostumbrado en este país, y Ayuntamiento, Gobierno autonómico, Gobierno central, Puertos del Estado, Autoridad Portuaria y Adif firmamos un protocolo que ha creado la comisión Coruña Marítima, que ya es marca de ciudad y donde abrimos un proceso participativo. Ahora se va a concretar en la redacción de un 'máster plan', que hemos sacado a licitación. Afrontamos el futuro de la ciudad con pasos firmes, sin ningún parón y, sobre todo, con el consenso, el acuerdo y la cooperación entre administraciones distintas, con diferentes competencias y de diferente signo político, que únicamente queremos hacer política útil para la ciudad.
–En Gijón, Ayuntamiento y Puerto chocan por una franja litoral de 417 metros.
–Teniendo en cuenta que lo nuestro son 120 hectáreas, si lo hemos podido hacer, habrá que hacerlo aquí también. Desconozco las peculiaridades, pero la experiencia de La Coruña, como hace 25 años fue Ría-Bilbao, deber servir de ejemplo. Se trata no de pensar en nosotros, sino en los que vienen detrás, en qué ciudades queremos dejarles, en cómo entendemos la política y para qué sirve, que no es para otra cosa más que mejorar la vida de los ciudadanos y garantizar su bienestar. Hay una palabra que repito muchísimo, que es diálogo y, sobre todo, empezar a hablar desde lo que nos une y no desde lo que nos separa. El error en Coruña fue siempre empezar a hablar desde la discrepancia, y así era imposible avanzar. Decidí darle la vuelta y empezar por lo que nos une. Animo a las administraciones implicadas a que den ese paso de sentarse y de hablar, a pensar en la ciudadanía sin pretender tener razón, sin que nadie se cuelgue una medalla. Tiene que ser fácil de hacer.
–¿Ha podido compartir con la alcaldesa de Gijón estas reflexiones?
–Hemos hablado de este asunto largo y tendido. Me preguntó por la experiencia de La Coruña y se la conté detalladamente. Además en la asamblea he explicado el proyecto Coruña Marítima como ejemplo de buena práctica de la política. Dije que me había mirado en el espejo de Bilbao y que ahora espero que haya muchas ciudades que se puedan mirar en el espejo de La Coruña y que de nuestra experiencia se puedan sacar cosas positivas.
–En Gijón había un acuerdo y cuando cambia la presidencia de la Autoridad Portuaria no se cumple.
–Nos ha pasado a nosotros que incluso con todas las administraciones del mismo signo político no fueron capaces de hacer absolutamente nada, en aquel caso era el Partido Popular, pero podría haber sido cualquier otro partido. Tenemos que pensar en que hay decisiones de ciudad que trascienden a quienes estamos ejerciendo responsabilidades en ese momento o a los partidos políticos a los que representamos, y trascienden porque son decisiones de calado, son decisiones de futuro. Respecto a la fachada marítima interior, siempre pienso en si la decisión que voy a tomar sería defendible por otro alcalde o alcaldesa de mi partido, de otro partido o independiente, porque es una decisión buena para la ciudad. Si la respuesta es sí, adelante. Las decisiones que tomamos para mejorar la vida de la gente tienen que trascender al mandato, a la persona, a las ideas y al partido. Esta visión es lo que tiene que primar.
–¿Se puede hacer política desde un Puerto?
–Que una autoridad portuaria actúe de contrapoder local ha pasado. Existen choques de carárcter político porque está nombrado por el Gobierno autonómico, que no es del color de la ciudad, pero a su vez depende del Estado, que a lo mejor sí que es del color del alcalde, pero no del presidente. Eso es así, no nos vamos a engañar, ni a hacer trampas. Nosotros lo hemos vivido en la ciudad, pero hemos conseguido trascender de eso.
–¿Algún consejo para Gijón?
–Máximo respeto institucional, lealtad institucional y el menor ruido político posible. Yo me he sentado con la oposición del Ayuntamiento y están en la comisión, representando a otras sensibilidades políticas y a muchos ciudadanos. La búsqueda del consenso en casa es lo primero para poder tener una posición más firme, no frente a otras administraciones, sino al lado de otras administraciones. Mi consejo es diálogo, respeto institucional, consenso y ejemplaridad a la hora de defender las ideas, porque los ciudadanos están cansados, hartos del ruido, del fango, de la descalificación y del regate corto. Esperan de nosotros una respuesta a la altura.
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