La plaza Mayor (II)

La relevancia histórica de la Plaza Mayor o Plaza del Ayuntamiento va en aumento como lugar imprescindible en la vida de los gijoneses al mismo tiempo que crece la población y consecuentemente la demanda de servicios tanto sociales como administrativos, pero tampoco podemos olvidar que su ubicación entre la playa de San Lorenzo, el puerto local y antesala del barrio de Cimadevilla propicia una progresiva influencia en los ámbitos de recreo, esparcimiento, el comercio y el turismo.

Y así vemos cómo aquella pequeña tasca de Pepe 'Manín' en el número 7, esquina con la calle Recoletas, se moderniza como casa de comidas, y experimentó otra remodelación en 1923 con su nuevo dueño, Agustín Prieto, al unísono que se convertía en el local social del Club de Fútbol Cimadevilla. En esa misma época abre la sidrería La Botica, haciendo esquina con San Bernardo, se instala con una nueva confitería Ángel González, mientras que Anastasio Rizada 'El Pixín' hace famosa su tienda de venta de pescados y mariscos, justo al lado del almacén de vinos de Julián Soto Torrecilla, que también despacha 'vasinos' y llena botas de vino para llevar a la mar. De notable relevancia se puede calificar lo que supuso para Gijón la visita en 1924 del Príncipe de Asturias Alfonso de Borbón, que fue recibido con una parada y desfile militar en la Plaza Mayor acompañado del alcalde Enrique Zubillaga y otras autoridades civiles y militares.

En 1927 abre la droguería Ureña, de Antonio Pérez Ureña, y, próxima a Recoletas, la panadería de Manuel Huerta. En abril de 1931, al proclamarse la Segunda República, la Casa Consistorial es el centro de la ciudad con gran concentración de gente para escuchar los mítines que dan desde el balcón del Ayuntamiento el exalcalde Ramón Fernández González y el abogado del Partido Reformista Dionisio Morán Cifuentes, y el día 21 del mismo mes la plaza pasa a llamarse de la República.

En 1934, el Hotel Asturias experimenta una importarte reforma para completar treinta habitaciones, prueba evidente del atractivo que ejerce sobre los veraneantes la ciudad y especialmente la playa de San Lorenzo, no obstante los graves problemas que acuciaban a Asturias en esos años.

En 1940, recién terminada la Guerra Civil, nace el Club de Natación Cimadevilla con sede en el número 6, Bar La Pipa, con entrada por las dos plazas, del Marqués y del Ayuntamiento. Lo regenta Florina Pardías, y además de la reunión diaria de Fernando Rodríguez 'Panchano' con sus nadadores, es lugar de tertulia de playos ilustres como Julián Caso, Joaquín Nosti, Arturo Arias, David Rodríguez 'El Sorni', Luis Bericua y muchos otros.

El 21 de mayo de 1946 la Plaza Mayor está abarrotada ante la presencia del jefe del Estado Francisco Franco para entregar la Medalla del Trabajo a Secundino Felgueroso, siendo alcalde Mario de la Torre, y ese mismo año Manuel Meana, dueño del Hotel Asturias, compra el edificio que mira al Campo Valdés para ampliarlo hasta 80 habitaciones, cuando es alcalde José García Bernardo y nace Gifesa, sociedad de festejos que dirige el concejal Ángel Fanjul, celebrando en la Plaza Mayor los 'Festivales de España', donde actúan los mejores espectáculos de teatro, canto y baile del momento, con la histórica participación de Antonio y Rosario, bailarines de fama internacional.

Los años cincuenta son importantes para la plaza con nuevos establecimientos como la Taberna Casa Oliva en el número 15; en el 9 hacen historia los barberos Hermanos Villagrá, y en el número 5 abre la Clínica de Radioterapia los Arcos. Durante las Navidades se celebran concursos de villancicos participando colegios, parroquias y coros de los barrios con notable éxito. Adquiere gran prestigio el Hotel Madrid en el número 2, donde residía el famoso futbolista Ramón Herrera 'El Sabio', y llegado 1958 todo Gijón lamenta el fallecimiento de Manuel 'El Aldeanu', dueño del Hotel Asturias, quien durante largos años dio de comer altruistamente a los pobres que acudían ante su hotel cada mediodía; recientemente había adquirido el edificio contiguo conocido como La Tienda del Caldereru, en ese momento ya se había creado la sociedad Manuel Meana Canal, S. A. y ampliado el hotel a 125 habitaciones.

En 1964, tras un largo paréntesis, abre el bar La Botica el que había sido un famoso escanciador en Casa Bartolo, Servando Menéndez Alonso, y lo regentó hasta 1998, mientras El Centenario es un referente gastronómico regentado por Miguel Ángel Prieto y su esposa Mayte Muñiz. La Casa Consistorial celebra su centenario siendo alcalde Ignacio Bertrand, con una rehabilitación proyectada por el arquitecto Enrique Álvarez Sala, y ese mismo año el Ayuntamiento compra el edificio de enfrente por seis millones de pesetas para destinarlo a juzgados, pero años más tarde lo ocuparían las dependencias de la Concejalía de Urbanismo que presidia Jesús Morales. En 1972 el Ayuntamiento sigue creciendo y compra el edificio del Hotel Madrid, en cuyos bajos estuvo el comercio de tejidos El San Luis, famoso por los humorísticos versos de su dueño Luis Fernández Valdés 'Ludi', que tenía su entrada principal por la calle Ventura Álvarez Sala.

Con fecha 29 de marzo de 1979 la Corporación predemocrática que preside Pedro Lantero expropia el local número 6 que fue el bar La Pipa y luego El Porrón previo pago de dos millones de pesetas, para abrir paso directo a la Plaza del Marqués, cuando era obligado bordear por la calle Recoletas, con lo que se abría una nueva mirada al futuro para todos los gijoneses.