La Milla del Conocimiento de Gijón revela a los MIR todo su potencial
La Universidad de Oviedo, los centros tecnológicos y Gijón Impulsa se ponen a disposición de los nuevos residentes del Área V con ganas de investigar e innovar
Antes de que este lunes, 23 de junio, comiencen su periodo de formación especializada, los 68 residentes que han elegido el Área Sanitaria V –de ... los que la mayoría, 50, son médicos (MIR), aunque también hay 14 enfermeros (EIR)– ya han aprendido una nueva lección. La de que «una simple observación clínica puede acabar convirtiéndose en una solución tecnológica y tener un alto impacto en la sociedad». Y que si quieren transitar el camino de la investigación y la innovación, a «escasos metros del hospital» tienen a su disposición todos los recursos materiales y humanos para hacerlo. Y además, con la ayuda que están más que dispuestos a facilitarles los distintos agentes que, junto con el Hospital Universitario de Cabueñes, integran la Milla del Conocimiento. «Aquí estamos para atenderos, canalizaros y acompañaros en el proceso», les alentó el director gerente de Gijón Impulsa, Luis Díaz.
Para que conocieran de primera mano ese «ecosistema abierto de innovación», Gijón Impulsa organizó este año por primera vez una intensa jornada de visitas que les acercaron al centro tecnológico de Idonial, la Fundación CTIC, el Centro de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Oviedo y al trabajo que realizan cuatro grupos de investigación de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de Gijón en el terreno de la salud, además del propio Gijón Impulsa.
«Lo clínico y asistencial lo van a ver en los próximos años, pero es importante que se impregnen del conocimiento de que también hay innovación, investigación y que todo eso les va a hacer ser mejor profesionales, que es lo que pretendemos», subrayó el jefe de estudios del Hospital de Cabueñes, Arturo Martínez.
Fue, coincidían al término de la jornada varios de los residentes, la mejor manera de asimilar cómo la ingeniería y la tecnología pueden ser una herramienta más que les ayude en su trabajo diario como médicos, desde el diagnóstico al tratamiento, pasando por la cirugía o la rehabilitación
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Ingeniería biomédica
En la sede del centro tecnológico que Idonial tiene en el Intra, recorrieron el laboratorio de impresión 3D –donde se fabrican piezas tanto en metal como en plástico para, por ejemplo, aplicaciones en implantología– y el laboratorio de bioimpresión –con aplicaciones en la investigación oncológica o la medicina regenerativa–. También les mostraron distintas aplicaciones de la realidad virtual.
En la EPI conocieron el Centro de Ingeniería Biomédica y los laboratorios de cuatro grupos de investigación adscritos a él. Entre ellos están el de AI Biomedical Engineering, que aplica inteligencia artificial y realidad virtual en el diagnóstico de patologías y el del grupo Surgeon Design, que trabaja con cirujanos en la fabricación de instrumental quirúrgico. Además, responsables del laboratorio del grupo de investigación Dynamics Materials and Structures (DyMAST) les explicaron su trabajo de modelado de movimiento humano mediante IA y conocieron las actuaciones en el ámbito del cáncer que se llevan a cabo en el laboratorio del Grupo de Supervisión, Diagnóstico y Descubrimiento de Conocimiento en Procesos de Ingeniería (GSDPI).
Jimena Pascual, directora de Innovación Organizativa y Social de CTIC, les explicó que la de la salud y el bienestar es una de las cuatro ramas de una fundación que ejerce como «bisagra» entre los grupos de investigación de la Universidad y las empresas e instituciones: «Recepcionamos el conocimiento y vemos si tiene aplicabilidad en la sociedad real». Lo expuso con ejemplos concretos, como el trabajo desarrollado con el Hospital Valle del Nalón para identificar predictores de un riesgo suicida en la historia clínica de determinados pacientes, o el llevado a cabo para la detección temprana de enfermedades mediante un dispositivo portátil (un cinturón) que usa IA.
«Ha sido todo un descubrimiento», reconocía Virginia de la Iglesia, residente de Medicina de Familia y Comunitaria a la que el nombre de la Milla del Conocimiento le sonaba, «pero no sabía que albergaba esta cantidad de recursos. Y que si tenemos una idea, cruzando la calle vamos a poder venir a preguntar, a asesorarnos...». Coincidían con ella Marina Simal, que se especializará en Anatomía Patológica, y Cristina Vigón, que lo hará en Medicina del Trabajo. Ambas habían quedado «impactadas» con el trabajo que se lleva a cabo en los laboratorios biomédicos y cómo distintas aplicaciones tecnológicas pueden «mejorar la calidad de vida» de los pacientes.
Por eso, «el reto social de la investigación en salud es enorme: por el impacto tan importante que tiene en la sociedad. Y aquí tienen todos los recursos a su alcance para que ese impacto sea aún más positivo», les recordó el gerente de Gijón Impulsa.
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