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Cerca de 700 firmas y casi cuatro años de espera por una parada de autobús, un semáforo y un paso de peatones. Esa es ... la reclamación de Roces, en Gijón, que «hace que nos sintamos totalmente indignados y ninguneados por el Ayuntamiento». Así lo expresó ayer la presidenta de la asociación Nuestra Señora de Covadonga, Purificación Bedriñana, quien se concentró ayer junto a algunos vecinos en el punto donde han solicitado la parada justo frente a Casa Ferino. «Llegaron a hacer un agujero hace unos meses para después dejar la obra paralizada», afeó.
Aunque la situación precaria afecta a todos los usuarios de las líneas 15, 20 y 24, el caso más peliagudo es el de padres de niños que asisten al colegio especial de Castiello de Bernueces y que tienen movilidad reducida. «Tardamos más de diez minutos en cruzar, muertos de frío muchos días. Estamos aterrorizados por si nos atropellan», resaltó Raúl Díaz, progenitor de uno de los niños afectados. «Los pequeños se sueltan de la mano y esta carretera tiene mucho tráfico», aseveró.
Ante el eco alcanzado por los problemas del barrio, que EL COMERCIO reflejó en su edición del lunes, la entidad vecinal de Roces recibió la llamada del Consistorio y «esperamos poder contar mañana miércoles (por hoy) con una solución que nos dé tranquilidad», expresó Bedriñana esperanzada.
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