El nuevo plan de comercio de Gijón plantea ayudas para reabrir locales en los grandes ejes comerciales
El relevo generacional y los elevados alquileres, entre las principales preocupaciones de un sector que suma 3.350 establecimientos
La junta de gobierno de Gijón aprobó este martes el Plan de Orientación Comercial 2025-2028, documento que ahora deberá ser validado por ... la Consejería de Ciencia, Industria y Empleo para su aprobación definitiva y que recoge 19 líneas de actuación para la mejora y adaptación del comercio local al vigente escenario socioeconómico. Lo hace tras un diagnóstico de la situación actual realizado por Invesmark en el que señalan problemas y preocupaciones como el envejecimiento y la falta de reemplazo o que los precios de alquiler de los locales no se hayan adaptado «de manera suficientemente rápida e intensa a las nuevas condiciones de mercado tras la crisis», lo que ha provocado «un vaciamiento de las calles laterales» del entorno de los grandes ejes comerciales. «Tanto en el centro como en los barrios se observa una disminución del número de comercios de proximidad (alimentación, equipamiento del hogar, servicios de reparaciones, etcétera) que años atrás eran habituales y ocupaban frecuentemente estas calles», señala el mencionado diagnóstico, que cifra en 3.350 los comercios minoristas dados de alta en la ciudad. También analiza la demanda, con un gasto por parte de los gijoneses en el comercio local estimado en 1.030 millones de euros, frente a 99,9 millones gastados en comercios de otros municipios o compras por internet.
El plan se marca como objetivos generales «mantener la vitalidad de la actividad comercial, creando un entorno urbano atractivo, mejorar la competitividad del sector estimulando la innovación y la adaptación a las nuevas tendencias de mercado, conseguir que el comercio minorista sea una opción prioritaria para la compra de vecinos y visitantes y reconocer y dar más visibilidad al valor social y económico del comercio de proximidad».
Cambios en el PGO
En busca de «un comercio sostenible para una ciudad atractiva» el documento plantea medidas de protección del espacio comercial como estudiar la viabilidad jurídica y económica de establecer dentro del Plan General de Ordenación una categoría de «calles de uso comercial prioritario», una modificación que «estaría dirigida a asegurar que los bajos de los edificios queden reservados prioritariamente para uso comercial y de servicios a la ciudadanía, evitando su colonización por otro tipo de actividades incompatibles con la comercial». Con ello se pretende por un lado «contribuir a limitar el alza de los precios de los locales comerciales» y por otro promover que otras actividades «se instalen preferentemente en calles menos comerciales, ocupando locales que tienen a permanecer vacíos».
Reducir los locales sin actividad es otro de los retos que se marca el plan, para lo que plantea actuaciones específicas como elaborar una base de datos de establecimientos vacíos y ponerla a disposición de inmobiliarias y posibles arrendatarios, la convocatoria de premios para proyectos de utilización de locales desocupados con actividades de dinamización comercial y «estudiar la posibilidad de establecer un programa específico de ayudas para la instalación de pequeño comercio minorista en locales vacíos situados en viales comerciales troncales» como pueden ser Corrida-Moros, Uría-Menéndez Valdés o Brasil-Gran Capitán.
El documento plantea también la puesta en marcha de un programa anual de actuaciones de mejora de espacios comerciales que incluya una auditoría del mobiliario urbano, la iluminación y la señalización para su renovación, la eliminación de obstáculos y la mejora de la accesibilidad y la eliminación de pintadas. Sugiere además que, con la participación de comerciantes y vecinos, «estos programas incluyan la ampliación de las zonas peatonales y de baja velocidad mediante el uso de la plataforma única».
Para el reparto de mercancías a los establecimientos insta a estudiar «proyectos piloto de logística de última milla» con pequeños almacenes de uso compartido o con repartos organizados de manera cooperativa. Y mientras tanto, defiende el incremento de las zonas de carga y descarga, a costa de plazas de aparcamiento regulado, y la puesta en marcha de algún sistema que limiten su tiempo de uso. Aboga también por fomentar la entrega a domicilio o la instalación de consignas automatizadas.
Escuela de Comercio
Una Escuela de Comercio que centralice las actividades formativas dirigidas al sector es una de las acciones encaminadas a la mejora de la competitividad, incluyendo dentro de la misma una Lanzadera Comercial que asesore a personas interesadas en abrir o asumir la titularidad de algún establecimiento. También se propone, ligado a ella, un registro de comerciantes que tengan intención de dejar su negocio, para facilitar la búsqueda de relevo. Un observatorio para el intercambio de datos entre comercios, un «escaparate comercial digital» y la creación de la marca Comercio de Gijón son otras de las propuestas del nuevo plan local.
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