La Policía Local de Gijón vuelve a los coches de gasolina: «Los híbridos no son operativos»
El contrato de alquiler de 2021 obligaba a suministrar solo vehículos enchufables, pero «la experiencia ha constatado esa tecnología no es satisfactoria» para la necesaria «reacción rápida» de los coches patrulla
Mientras en áreas como la del transporte público de viajeros y la limpieza urbana se avanza en la electrificación de flotas –en 2026 EMTUSA ... comprará cinco autobuses eléctricos más y otros cinco híbridos y Emulsa lleva tiempo apostando por este tipo de motores–, la Policía Local de Gijón opta por el camino contrario en el nuevo contrato para el alquiler de vehículos para los próximos cinco años. Y lo hace apelando a razones de operatividad que ya habían sido puestas de manifiesto por la plantilla y los sindicatos. «Es de sentido común», apuntan por ejemplo desde el Sipla, que considera que «quizás cuando la tecnología sea un poco mejor se pueda trabajar con coches totalmente eléctricos o híbridos, pero ahora mismo no es viable».
Para el contrato de alquiler actualmente en vigor, suscrito en 2021, se pedían 17 turismos SUV o monovolumen de motorización híbrida enchufable, apelando «al deber y obligación de las administraciones de dar ejemplo a la hora de adoptar medidas respetuosas con el medio ambiente». La intención era que «durante las labores cotidianas de patrulla estos vehículos circulen con el motor eléctrico y en las situaciones de emergencia que lo requieran dispongan de toda la potencia que puede ofrecer un motor de combustión». En la misma licitación se pedían además un todoterreno para la unidad de vigilancia ambiental y cuatro furgones para servicios como los guías caninos, atestados o Protección Civil, que también debían ser obligatoriamente híbridos.
Cuatro años después, no obstante, la opinión es muy diferente. Los nuevos pliegos de contratación siguen haciendo referencia a la necesidad de una flota respetuosa con el medio ambiente, lo que ven posible acudiendo a vehículos que tengan la etiqueta 'ECO' o '0 emisiones', independientemente de su tipo de motor, y recurriendo «de forma residual» a furgonetas diésel en los servicios donde no existan alternativas con esa catalogación. Pero añaden que «no es menos importante favorecer una correcta asistencia a la ciudadanía, dotando a la Policía Local de una tecnología eficiente que pueda cubrir sus necesidades operativas, garantizando que la flota tenga la mayor potencia y autonomía posibles».
Señalan que «la experiencia propia ha constatado que el uso de la tecnología híbrida no es satisfactoria para su empleo en vehículos de reacción rápida» e indican cómo su mayor peso «perjudica sus prestaciones y fiabilidad, ocasionando averías que impiden su utilización y aumentan los tiempos de estancia en el taller». Para que «en los vehículos patrulla primen la agilidad y ligereza», se optará por motores de gasolina para los vehículos que incluyan kit de detenidos (15 rotulados y un camuflado) y por el diésel para el furgón de guías caninos, permitiendo modelos híbridos o eléctricos para otros vehículos. En total serán 32, al incluir el furgón del servicio de drones –que no existía en 2021 y para el que se añadió otro vehículos después– y aumentar el número de coches patrulla, que hasta ahora «eran muy justos».
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