Semana Santa 2025

Jesús Gallego, pintor del cartel de Gijón: «Quiero llamar la atención y que digan: ¡Caramba! Esto me atrae»

«Yo trabajo con mínimo un año de antelación porque mi pintura es muy elaborada y todos mis cuadros tienen que ser estudiados y bien trabajados», cuenta a EL COMERCIO. Y aunque su intención era haber hecho un cuadro «más decimonónico», con una base más compleja, no hubo tiempo y tuvo que simplificarlo. «Reuní a las tres cofradías –la Santa Vera Cruz, el Santo Sepulcro y la Santa Misericordia–, que están representadas por sus hábitos y sus colores; a los niños, que aparecen mucho en mis cuadros dando un toque sencillo y romántico porque son el futuro, y lo resalté un poco con esas luces que aparecen desde atrás», señala. «Espero que llegue a los espectadores y a lo que es el espíritu de la Semana Santa».

Noticia relacionada

La iglesia de San José de Gijón prepara dos procesiones y un vía crucis

Como a él los cuadros tienen que tocarle el corazón, es la premisa desde la que trabaja y el objetivo principal de todas sus pinturas. Por eso decidió representarlo de noche. «Da mucho más juego», afirma. «Si veo una Semana Santa de día, para mí pierde, sin embargo la noche te da un sentido del recogimiento. El contraste es mucho mayor y consigue tener un impacto», abunda mientras desgrana los entresijos de su última creación.

Ahora, el cuadro «está envuelto en una semisocuridad y, si lo hubiese hecho de día, habría perdido fuerza. Yo lo que quiero es que el cartel llame la atención y la gente diga: ¡Caramba! Esto me atrae». Ha de ser un toque de atención para el espectador y la técnica juega un papel especial en esa misión. Al estar realizado en óleo sobre lienzo encolado a tablés, no fue hasta esta semana cuando estuvo seco y Gallego pudo barnizarlo para sacar el color.

«Cuando hay mucha mezcla en los tonos, al secar va quedando opaco y es como si el lienzo absorbiera los barnices. Cuando lo vuelves a barnizar, con el cuadro ya seco, es cuando revive todo eso y salen las luces que se habían quedado un poco opacas», explica el autor. Sólo queda digitalizarlo y prepararlo para su impresión para comprobar si, efectivamente, ha conseguido que a los feligreses también les toque el corazón.