PP e IU reeditan su pacto presupuestario a cuatro meses de las elecciones locales

Cada ovetense pagó algo más de 614 euros en impuestos y tasas al Ayuntamiento en 2013, último ejercicio liquidado. La cifra no es ni alta ni baja. La media de los municipios españoles se situó en 591 euros por vecino, pero en aquellos de más de 100.000 habitantes fue de 635. El alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, aprovechó ayer para prometer un horizonte en el que los ovetenses pagarán menos. Lo hizo en la rúbrica del acuerdo presupuestario con IU, que dejará el gasto en 209 millones de euros, al no recurrir -atado por la Ley de Estabilidad- a nuevo endeudamiento. Caunedo celebró que las cuentas reducirán la deuda (17 millones se irán a amortizar préstamos), lo que «nos va a permitir ser más autónomos. No olvidemos que la deuda de hoy son los impuestos de mañana y cuanta menos tengamos, menos necesidad habrá de tener los impuestos que tenemos ahora».

Fue la única declaración política detrás de un acuerdo que a PP e IU les ha costado lograr bastante más que el año pasado, rompiendo esa ley no escrita que dice que, en año electoral, no hay con quien pactar. Las dos partes insistieron ayer en que han antepuesto los intereses de la ciudad a los electorales, a tan solo cuatro meses de los comicios más complicados.

El pacto pone a los ciudadanos «por delante» de intereses «partidistas y electoralistas. Lo importante es Oviedo», enfatizó el alcalde, tras el encuentro con el líder municipal de IU. Además de los 209 millones de euros de gasto -90 para bienes y servicios y finalmente casi 15 para inversiones-, el acuerdo fija la aplicación del remanente de tesorería, otros 10 millones, para nuevas actuaciones ya pactadas.

Las grandes cifras no se han movido. Tampoco habrá proyectos estrella. Un nuevo campo de fútbol en San Claudio, destacó el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, como principal novedad; una ayuda de 40.000 euros para salvar al Oviedo Moderno de la desaparición, señaló Roberto Sánchez Ramos.

Ninguna de las partes quiso dar más detalles a la espera de que sus respectivos órganos de dirección ratifiquen el acuerdo. Ante los suyos, IU podrá presumir de algunos avances. Sánchez Ramos aseguró ayer que se trata de «un gran acuerdo» que «profundiza y complementa al anterior». La dotación para becas de comedor y libros crecerá casi un 20% respecto al pacto de 2014, cuando IU ya había añadido casi un millón de euros a la cesta para no dejar fuera a ningún demandante. La financiación para el plan de empleo, también puesto en marcha por primera vez el año pasado, crecerá hasta los 2,2 millones e incluirá la creación de una «cooperativa agrícola para parados». Las ayudas a la pobreza energética suben también hasta 1,2 millones y habrá 300.000 euros para subvencionar el transporte a desempleados.

Una cara 'b'

El proyecto de presupuestos y el compromiso sobre el empleo del remanente en nuevas inversiones se acompaña de un «acuerdo político». Un documento extraño donde se incluyen garantías de que el equipo de gobierno pondrá en marcha este año los compromisos alcanzados con IU en octubre para lograr su apoyo a las tasas. Entre ellos, un censo de pisos vacíos, pliegos de contratación con criterios sociales, transparencia en las contratas o estudiar bonificaciones fiscales para «colectivos sociales más vulnerables». Todo conocido, pero también hay una 'cara b', que como en los antiguos vinilos se reserva para lo que suena más extraño. PP e IU se comprometen a que la gestión de toda la publicidad de «todos los servicios y fundaciones» seguirá centralizada en la Oficina de Prensa, lo que hace no mucho IU llamaba la «oficina siniestra» por su supuesto papel en las contrataciones de la SOF. El punto siguiente del acuerdo habla precisamente de la de Festejos. Ambos grupos, reza, harán una propuesta conjunta «para definir qué tipo de actividades» deben ser promocionadas desde la Fundación Municipal de Cultura o desde la SOF.

El acuerdo será sometido a ratificación en el consejo político de IU esta tarde y mañana jueves en la reunión de la dirección local del PP. Nadie espera sorpresas, aunque IU aprovechará la celebración de sus primarias el sábado para colocar «una tercera urna» y someter el pacto presupuestario al escrutinio de los militantes y simpatizantes.

Un entendimiento en el que la coalición presume de avances en políticas sociales y algunas inversiones; un acuerdo que da lugar, dijo Sánchez Ramos, a un presupuesto «con alma». Algunos dirán que como la de Dorian Gray.