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Elvira Lindo ante los alumnos de Bachillerato del IES Alfonso II.

«Me sentí como la mujer del genio»

Elvira Lindo defendió el papel femenino en la literatura en el IES Alfonso II

CECILIA PÉREZ

Martes, 14 de marzo 2017, 01:38

Cuando Elvira Lindo entró por primera vez en la tienda del museo dedicado a los Derechos Sociales en Memphis, ciudad donde asesinaron al líder de la esperanza negra, Martin Luther King en 1968, le llamó la atención una camiseta en la que leía 'Ninguna mujer que se haya portado bien ha pasado a la historia'. Con esta anécdota intentó meterse en el bolsillo a los alumnos de Bachillerato del Instituto de Enseñanza Secundaria Alfonso II.

Ayer mantuvieron un encuentro con la madre literaria de 'Manolito Gafotas'. De hecho, ella lo define como la «obra literaria con la que ha crecido toda una generación». Asegura que no le molesta que la identifiquen con este personaje. «No se puede obviar, estamos en un instituto», afirmó tajante, pero detrás de esas palabras dejó entrever un regusto amargo de quien solo es conocido por algo muy concreto y se deja de lado todo lo demás: «Los que siempre me preguntáis por 'Manolito Gafotas' sois vosotros», se escudó, señalando a los medios de comunicación.

Cierto, detrás de Elvira Lindo hay más. El papel que protagonizó ayer ante los estudiantes del Alfonso fue el de una abanderada porque «faltan mujeres en el mundo de la historia de la literatura». Las bases de su discurso las encontró en 'Las sin sombrero'. Aquellas mujeres literatas y artistas de la Generación del 27 invisibles respecto a sus homólogos masculinos. Quién no conoce a Federico García Lorca o Luis Cernuda. «Solo parecía que había hombres pero estaban figuras como Maruja Mayo». Figuras invisibles. Femeninas. Así confesó la propia Lindo que se sintió cuando decidió dejar su profesión periodística para dedicarse a escribir: «Lo dejé todo por la literatura y percibí ser invisible en el círculo cultual en el que me movía con mi marido. Era la mujer del genio». Elvira Lindo se refirió así a su pareja, Antonio Muñoz Molina, Premio Princesa de Asturias de Literatura.

Para salir de esa invisibilidad, recurrió a su camiseta de Memphis. «Me porté mal. Les decía hablad conmigo, miradme a los ojos. Tuve suerte y pronto publiqué libros que fueron un éxito». El cuento para Elvira Lindo acabó bien, pero la historia no es igual para todas. «Hay que darle a la mujer el sitio que no ha tenido», reivindicó la escritora. «Ni los chicos deben permitir que la mujer esté en un lugar inferior ni las chicas consentirlo», lanzó a los estudiantes de Bachillerato del Alfonso. Así, se los fue metiendo en el bolsillo. Así y con algo de chantaje. «En otro instituto que visité dije que al primero que me hiciese una pregunta le enviaba un libro mío dedicado», espetó. El gancho funcionó. Saúl Busto fue el primero, y cómo no, 'Manolito Gafotas' salió de nuevo a escena. «¿Cómo haces para que sin realizar una sola descripción nos cuentes cómo es cada personaje?». Encandiló a la escritora: «Muy buena pregunta. Te enviaré un libro dedicado», le prometió esta dama de la literatura cuyas obras pueden gritar desde un piso de Carabanchel Alto como refrescar a quien las lee con como un buen 'Tinto de Verano'.

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