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La calle Covadonga y por extensión Melquiades Álvarez quedaron este viernes abiertas al tráfico en su totalidad tras la retirada de la grúa que cortaba el paso a la altura del número 22 –desde el miércoles por la noche– y que se utilizó para sanear la parte superior del edificio que registró un crujido nocturno que sembró el pánico entre los vecinos de la calle y obligó al Ayuntamiento a cortar la vía ante el peligro de derrumbe del propio inmueble.
Tras los análisis realizados por el Servicio de Inspección municipal se llegó a la conclusión de que el crujido de la estructura partió de la cubierta y, por lo tanto, no era necesaria la demolición del mismo aunque sí la declaración de ruina.
Según las fuentes municipales consultadas, la propiedad del inmueble reaccionó con prontitud y durante el jueves varios operarios sanearon el techo del edificio para retirar las piezas sueltas y evitar así el peligro de que cayeran cascotes sobre la calle.
Ante esta actuación, el Ayuntamiento tomó la decisión de abrir al tráfico la calle, mientras sobre la acera se instalaba una red metálica para evitar cualquier riesgo desprendimiento sobre la calle.
El pasado miércoles sobre las nueve de la noche, los vecinos se sobresaltaron ante el sonido de un gran crujido a la altura del número 22 de la calle, lo que obligó a la actuación de los bomberos y decretaron el cierre completo de Covadonga y parcial de Melquiades Álvarez.
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