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El miércoles, sobre las nueve de la noche, los vecinos de la calle Covadonga de Oviedo, en el entorno de la confitería Asturias, ... justo al lado del portal número 22, donde antes estaba 'La casa del bacalao', sintieron un crujido en sus casas que retumbó en los edificios colindantes. Tras el susto, llegaron efectivos de la Policía Local y de los Bomberos, que procedieron a estudiar la zona para llegar a la conclusión –tras utilizar la autoescalera para ver más de cerca la situación– de que el número 22 de la calle, un edificio abandonado desde hace años, era el culpable del crujido.
Como medida de seguridad, se procedió al cierre de la calle –aún hoy permanece–, lo que obligó también a cerrar la calle Melquiades Álvarez al tráfico, aunque se permite el paso hacia los garajes.
Crujido Los vecinos de la calle Covadonga oyeron un potente crujido en sus casas el miércoles por la noche.
Abandonado El sonido provenía de un edificio abandonado, el número 22 de la calle, con daños en el tejado.
Bomberos Cortaron la calle ante un posible derrumbe, aunque el Ayuntamiento ha certificado que no hay peligro.
El Ayuntamiento decretó la ruina del edificio a primera hora de la mañana, aunque no hay previsión de derrumbe del mismo, ya que el problema se originó bajo la cubierta del edificio, lo que supone que la estructura del inmueble está intacta. En principio, y tras la actuación de los operarios contratados por la empresa, según fuentes municipales, la calle Covadonga y sus adyacentes se abrirán antes de que acabe la semana.
«Estaba en casa viendo la televisión y de repente se oyó un crujido muy fuerte que retumbó en las paredes, el techo y el suelo de mi salón. Fue un susto muy grande. Me asusté, salimos a la ventana y no vimos nada raro aunque otros vecinos estaban asomados», explicó una vecina del edificio colindante a través del telefonillo del portal.
«Alguien gritó que era mejor salir de casa, pero unos salieron y otros no. Al poco llegaron los Bomberos y la Policía Local, y fue cuando bajamos. Allí nos enteramos que el crujido venía del número 22 de la calle, el portal de al lado», sostuvo.
Durante la mañana de este miércoles, sobre las 10 horas, un grupo de operarios con una grúa comenzó las labores de desescombro en el tejado del edificio, tras el requerimiento realizado a la propiedad por el área de Inspección del Ayuntamiento.
A esa hora, el comisario jefe de la Policía Local, Javier Lozano, observaba y organizaba las labores de los agentes de Seguridad Ciudadana que habían instalado vallas en lo alto de la calle Covadonga para cerrar el paso a vehículos y han restringido el tráfico sólo para garajes en la calle Melquiades Álvarez, puesto que la salida natural de esta última calle se realiza por Covadonga. El resto de entronques son peatonales.
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