Cuesta anuncia que la obra de reforma de la plaza de toros comenzará en 2026
El Pleno aprueba, a propuesta de IU, pedir al Principado que agilice los derribos en el viejo HUCA e integre a la Seguridad Social en la comisión
El último Pleno de Oviedo antes de las vacaciones políticas del mes de agosto transcurrió por unos derroteros que parecían pacíficos y terminó enredado ... en discusiones e insultos (algunos más finos y otros más gruesos) y alguna información relevante para el futuro de la ciudad como es que la obra de reforma de la plaza de toros, tan cacareada durante las últimas semanas a cuenta de los retrasos en los derribos del antiguo HUCA, comenzará a lo largo de 2026, según explicó ayer el concejal de Infraestructuras, Ignacio Cuesta.
El anuncio del edil llegó tras un intenso y repetitivo debate sobre los retrasos y el futuro del suelo del antiguo HUCA gracias a una proposición de IU en la que reclamaba consenso político municipal para empujar al Principado a que agilice los procesos, «recupere las obras de demolición cuanto antes, ponga en vigor la comisión con plena capacidad de intervención, realicemos una valoración negativa de la paralización de las obras». La proposición de la coalición de izquierdas salió adelante con los votos de PSOE, PP y la propia IU. Vox votó en contra. El PP se sumó a las críticas en boca de Ignacio Cuesta que declaró la situación del antiguo hospital como «insostenible» en la que ha habido «falta de previsión y de información clamorosa» y la responsabilidad es «exclusiva del Gobierno del Principado con PSOE e IU, a la cabeza».
Por parte del PSOE, Carlos Fernández Llaneza criticó a IU por sus ataques al Principado pues «parece que se encuentran más cómodos manteniendo al gobierno (municipal) del PP y no apoyando al grupo municipal socialista. Son corresponsables de la actuaciones del gobierno regional (IU dirige la Consejería de Ordenación de Territorio») pero ustedes prefieren no incomodar a Alfredo Canteli».
Sonsoles Peralta, por parte de Vox, justificó su voto negativo a la proposición en que «tras años de decadencia y abandono, ahora nos piden consenso político los socios de Adrián Barbón a los partidos. Es una maquiavélica estrategia, una cortina de humo. Han demostrado un nulo interés en el problema creado por ellos mismos hace más de 20 años y todo esto más parece un intento de blanqueo por parte del gobierno que no les va a salir bien».
La concejala no adscrita, Elena Figaredo, se mostró de acuerdo con IU y afirmó que la zona «se ha transformado en un suburbio con robos, ratas y okupas, en resumen, lo que consigue el socialismo».
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