«Te echamos mucho de menos y pedimos justicia»

Ha pasado un año y la familia de David Carragal, el profesor pixueto que falleció tras sufrir una agresión cuando regresaba de las fiestas de La Florida, sigue pidiendo justicia. Recibió, según el relato de Fiscalía, una «violenta e inesperada patada» en la cabeza por parte de un joven de 18 años, que le hizo caer a plomo al suelo. El presunto agresor permanece en prisión preventiva a la espera de juicio, pendiente aún de fecha. La acusación pública le pide 11 años de prisión por un delito de homicidio: «Sabía» que al darle la patada podía causar la muerte a la víctima «y aceptó tal posibilidad», recoge el escrito del Ministerio Fiscal.

Los hechos, en concreto, se remontan a la madrugada del Martes de Campo del año pasado. Tras disfrutar de la actuación de la orquesta Panorama. Carragal caminó junto a dos amigas por el barrio de La Florida con la intención de coger un taxi para regresar a casa. En la plaza Olímpica se cruzaron con el agresor, acompañado por dos amigos. Estos les pidieron fuego y tabaco, pero no tenían. Los tres insistieron. Comenzaron a repetir que querían «gas» y «mechero», las dos chicas cruzaron la calle, pero el profesor pixueto se quedó hablando con ellos hasta que cayó al suelo tras recibir una patada en la cabeza. Al verle semiinconsciente en el suelo, los tres jóvenes huyeron.

Fue trasladado de urgencia al HUCA. Allí luchó durante días de forma incansable por su vida llegando incluso a ser intervenido quirúrgicamente, pero el 17 de junio falleció: «Ya ha pasado un año y sigo sin creerme que no volveremos a vernos. La rabia, el dolor e incluso el sentimiento de culpa por no poder hacer nada durante la semana eterna que estuviste luchando no se ha ido», escribió ayer su primo Diego Carragal en un sentido mensaje en el recordó cómo era el profesor.

«Eras alegre, divertido y bonachón. No ha habido día que no me acordase de ti. Todos los que te queremos (que son muchos y nos lo han demostrado), te echamos mucho de menos. Justicia para David», prosiguió.

Los tres investigados huyeron del lugar de la agresión tras ver caer a David. Durante una semana, los buscó la Policía Nacional, hasta que se presentaron en comisaría horas después del fallecimiento del profesor. Tras más de un día en calabozos pasaron a disposición judicial. La titular del juzgado de Instrucción número 4 de Oviedo envió al Centro Penitenciado de Asturias al presunto autor de la patada tras imputarle un delito de homicidio doloso. Es decir, que las lesiones sufridas por la víctima fueron causadas con intencionalidad.

Los otros dos jóvenes quedaron libres con cargos, aunque la magistrada consideró que estuvieron en el lugar de los hechos en el momento de la agresión, pero no les considera partícipes directos. A los tres les imputa un delito de omisión del deber de socorro. Sin embargo, la Fiscalía pidió en abril el sobreseimiento provisional de la causa para los dos últimos investigados al considerar que no existen indicios suficientes de criminalidad contra ellos.

El juicio, tal y como informaron ayer fuentes judiciales y de Fiscalía, aún no está fechado. Se celebrará con jurado popular. Mientras, el abogado de los investigados, Gabriel Cueto, aseguró que por el momento no va a pedir la libertad provisional del único encarcelado. Ángel Luis Bernal ejerce la acusación particular.