IU pide revisar el modelo: «Es una deriva hacia una macroterraza de espectáculos caros»
Vox reclama «el máximo rigor en la concesión de las casetas» y advierte de la politización por parte de la «izquierda extrema»
Frente al balance positivo del alcalde, Alfredo Canteli, sobre las fiesta de San Mateo, que habló de «éxito de gente, éxito de conciertos y éxito de participación», confirmando que continuará el modelo, Izquierda Unida y Vox expresaron este martes su rechazo, aunque con distintos argumentos. Gaspar Llamazares advirtió de que «San Mateo no puede ser la fiesta del Partido Popular, debe ser la fiesta de la ciudadanía ovetense» y por tanto, pidió una revisión de un modelo «que está en crisis», mientras que Sonsoles Peralta reclamó «mayor rigor en la concesión de las casetas» y advirtió del deterioro del Campo San Francisco, así como de que grupos de extrema izquierda han politizado las fiestas» con sus ataques a la Santina y el arzobispo.
El portavoz de IU reclamó en una rueda de prensa «un balance autocrítico y un cambio» que permita conciliar lo público y lo privado, lo popular y lo comercial, y aseguró que el futuro de San Mateo debe asentarse en «un amplio acuerdo social y político» y vincularse con las aspiraciones de Oviedo para ser Capital Europea de la Cultura en 2031. «No responde a las necesidades de los ovetenses. San Mateo debe ser una fiesta accesible, inclusiva y participativa. Es urgente un cambio de rumbo para hacerla más abierta, para que recupere la identidad social, popular y asturiana y para que esté en sintonía con las aspiraciones de nuestra ciudad», argumentó. Porque el carácter social y popular de la fiesta, continuó, «se ha reducido a su mínima expresión, especialmente en lo que respecta a actividades, casetas, chiringuitos y barrios, donde la oferta es desajustada y la ubicación de los espectáculos inadecuada», salvo la programación infantil. «En definitiva, estamos ante una deriva hacia una macroterraza de espectáculos privados y caros, que aleja a la ciudadanía ovetense de la fiesta», concluyó.
Por su parte, Peralta expuso que «el modelo del alcalde, Alfredo Canteli, no funciona» y lo comparó con las celebraciones en otras ciudades como Logroño, «con 125.000 habitantes menos que Oviedo y en sus calles no cabía un alfiler». En Oviedo, prosiguió, «ni las calles, ni las casetas estaban abarrotadas, ni mucho menos los conciertos que no han sido un éxito como se empeñan en afirmar». Insistió en criticar que el Campo se utilice «como recinto ferial», lo que ha permitido la entrada de camiones de gran tonelaje.