«El Martes de Campo lo llevamos en el alma todos los ovetenses»
La pregonera de las fiestas de la Sociedad Protectora de La Balesquida, Victoria Cueto-Felgueroso, llama al «reencuentro»
«Hoy, entre tantos móviles y tablets, lo humano se desvanece diluyéndose en pantallas y memes gráficos. Quizá nuestro verdadero reto es tan simple como reencontrarnos, hablar y pasear por este Oviedo maravilloso y rehumanizar con ello nuestras vidas». Estas palabras sirven como resumen del pregón de los festejos del Martes de Campo que este lunes ofreció la abogada María Victoria Cueto-Felgueroso Botas en el Teatro Filarmónica.
Cueto-Felgueroso estuvo acompañada por su marido Luis Fernández-Vega, sus hijos Luis y Andrés, y sus nueras Cristina Fernández y Emma Quirós. Junto a ellos, el alcalde, Alfredo Canteli, acompañado por varios concejales y diversas personalidades como Alejandro Braña, Emilio Llano, Enrique Moradiellos, Carmen Ruiz-Tilve o Ágata Pidal. La glosa de la pregonera corrió a cargo de Guillermo González Pola, 'Willy Pola'.
Fue un pregón dulce y cariñoso en el que mostró que es sencillamente «una enamorada de esta ciudad». Cueto-Felgueroso, visiblemente emocionada, se llevó de paseo a los presentes por sus rincones favoritos de la ciudad, siempre con el 'leiv-motiv' del Martes de Campo como guía. Así, habló sobre «las coloridas plazas ovetenses», el «acogedor Fontán y su bullicio del sábado», «el monte Naranco, acompañante de mis paseos y vigilante fiel de la ciudad».
«He pensado tanto en mi Oviedo del alma y en cómo os contaría estos sentimientos», continuó, «que al abrir los ojos en plena madrugada para añadir o restar algo del texto del pregón, entendí que hay sueños que no sólo se piensan, se sienten y se persiguen..., sino que hay que compartirlos».
Oviedo «me enseñó a mirar al mundo con mirada amplia y crítica desde la aulas de la Universidad, pero también a emocionarme con la niebla que baja a veces del Naranco o con la solemnidad silenciosa de sus iglesias al caer la tarde. Oviedo me ha dado raíces y familia, cultura, amistades y certezas y ahora, con sencillez y humildad quiero devolverle gratitud, palabras y emoción», afirmó.



La abogada recordó los inicios del Martes de Campo, alabó la figura de Velasquita Giráldez que «hizo posible con su fortuna, generosidad y su visión de futuro la creación de la Sociedad La Balesquida, causa primigenia del meollo de este pregón».
Saltó al Campo San Francisco como «un maravilloso oasis con tardes de luz clara con bolsas de palomitas que nuestras manos lanzaban a los patos y los cisnes», la jaula de 'Petra' y 'Perico' (la pareja de osos que durante años vivieron en el parque), o el Paseo de Los Álamos, «llamado antiguamente el de los melancólicos debido al semblante de los viandantes, quizás por la visión del cielo gris».
El Campo ha sido para la pregonera «un cofre de nostalgias, pero también un refugio del presente. Nostalgia de los paseos con mis abuelos, con mis padres, con mi hermano y con mi prima Susana», pero también «testigo silencioso de mi noviazgo a los 17 años como mi marido Luis Fernández-Vega. Ese lugar nos vio comenzar y hoy nos observa, cómplice de nuestros paseos».
Porque para la pregonera, el Martes de Campo lo «llevamos en el alma todos los ovetenses porque en cada trocín de bollo y en cada sorbo de vino o sidrina está la memoria de los que nos precedieron, el presente de los que vivimos y la esperanza del mañana que nos lleve, si Dios quiere, a seguir celebrándolo juntos».
Tras el pregón, la Sociedad Protectora de La Balesquida, que preside José Antonio Alonso, procedió a nombrar socio de honor 2025 a la profesora de Historia, María del Carmen López Villaverde, cuya figura glosó el geólogo y miembro de la Sociedad Protectora de La Balesquida, Manuel Gutiérrez Claverol.
El Coro Arsis cerró con su música el emotivo acto de la Sociedad Protectora de La Balesquida
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