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Bañistas, ayer por la tarde, en el pozo entre Las Caldas y Caces.
El Nalón, «un río traicionero y con muchas corrientes»

El Nalón, «un río traicionero y con muchas corrientes»

La zona donde se ahogó 'Juanqui' se vuelve a llenar de bañistas mientras los vecinos de Trubia y Las Caldas advierten del peligro

ROSALÍA AGUDÍN

oviedo.

Domingo, 31 de mayo 2020, 02:00

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A pesar de correr sus aguas a escasos metros de sus casas, muchos vecinos de Trubia y Las Caldas no bajan al río Nalón a darse un baño. Ni cuando el calor aprieta y, como ayer, la temperatura sube de los 26 grados. Le tienen mucho respeto. Los oriundos lo describen como «traicionero y muy peligroso» por sus pozos hondos y «muchas corrientes». Para otros, menos concienciados, o más valientes, sigue siendo un buen lugar para refrescarse.

La zona donde se bañaba Juan Carlos Menéndez, 'Juanqui', el joven de 19 años que se ahogó el miércoles mientras disfrutaba de una rato con sus amigos, se llenó ayer. Especialmente por la tarde, aunque al mediodía ya más de uno se había dado un chapuzón.

Hasta este pozo, ubicado entre las localidades de Las Caldas y Caces, acudió a media mañana Ramdane Boukernovecha con su familia. Desde hace más de una década suele organizar parrilladas en el pedrero. Hace cuatro días se convirtió en testigo de la desgracia, marcada por las horas de inquietud y un final desolador. 'Juanqui' se metió al agua para darse un chapuzón y desapareció cerca de las cuatro de la tarde. No sabía nadar. La investigación apunta a que una de las fuertes corrientes lo envolvió y no logró salir. «Apareció unos metros más allá, pero tardaron tiempo en encontrarlo. Lo hicieron a las siete de la tarde. Aquí hay que tener cuidado, es muy engañoso; haces pie al principio, pero según te vas metiendo ves que la zona es honda».

Consciente del peligro, su familia no se adentra demasiado: «Cuando se acaban las piedras blancas es donde empieza el riesgo, pero hay personas que no son conscientes y cruzan de un lado a otro del río», lamenta.

Por las corrientes, Ángel Rodríguez se ha dejado de bañar en este tramo. «Son muy peligrosas y en las zonas donde ya no haces pie te llevan. El Nalón es un río muy traicionero», advierte.

Esta no es única zona de baño con riesgo en Las Caldas, donde se acercan los visitantes con el buen tiempo. Unos metros más allá, a la altura del puente colgante, una decena de personas tendían ayer allí su toalla para bañarse en el pedrero.

El caso de 'Juanqui', por desgracia, se repite cada cierto tiempo. Los vecinos de esta orilla del Nalón a su paso por Trubia han vivido ya varias catástrofes. Por eso muchos trubiecos no se acercan al Nalón y solo se pegan los chapuzones en el río Trubia. «Hay gente que se baña donde el salto del barrio del Gortayo. El viernes por la tarde la Policía Local desalojó a cuatro chavales mientras se pegaban un chapuzón», explicó Mari Carmen Fernández.

Tras toda una vida en el barrio, califica el río como «muy malo y carbonero», ya que hace años se extrajo mucho mineral. Las profundidades, advierte, no se miden bien a simple vista. Y aunque se colocaran señales de peligro, lamenta, algunos «no harían caso de ellas»: «En alguna ocasión he avisado a los jóvenes de los riesgos, pero no hacen caso. Creen que son cosas de viejas».

Su vecino Armando Menéndez guarda en su retina el ahogamiento del pequeño Hugo García, fallecido hace siete años mientras disfrutaba de la tarde de verano con sus hermanos y el novio de su madre. «Fue en la zona donde se une el Nalón con el Trubia», señala.

Asimismo, Sergio González relata que debajo de su casa, muy cerca de C-asa Puyo, murieron otros dos chicos. «Uno tenía una cometa y quedó en un árbol. Le arrastró el río y cuando su amigo lo fue a rescatar le pasó lo mismo. Lo encontraron días después». En esa zona peligrosa del Nalón, indica, ya «no se baña nadie».

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