«En vacaciones te duele menos el bolsillo»
Los visitantes, que perciben una subida de precios, llenan los lugares más emblemáticos, hoteles y terrazas de Oviedo
Las calles del centro de Oviedo son un desfile de acentos y cámaras fotográficas. También puntos clave, como los monumentos prerrománicos de Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo o Santullano. Las terrazas y restaurantes, el epicentro de la vida social y económica del verano. Y los visitantes, el motor de la ciudad en estos meses de verano. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, Oviedo cerró junio con más de 44.000 viajeros y casi 80.000 pernoctaciones, y el objetivo es superar las cifras del año pasado en julio y agosto, para cerrar 2025, de nuevo, con más de un millón de pernoctaciones.
Todos los visitantes contribuyen a reactivar la economía local, cada según puede en función de su bolsillo y procedencia. Fernando Balaguer, llegado desde Linares (Jaén), representa al turista con un plan claro: «El presupuesto es el normal, pero en hostelería es donde se gasta más». Su mayor desembolso se concentra en la gastronomía y los pequeños detalles para el recuerdo. «Te llevas unos imanes y poco más», explica mientras pasea por el centro. Óscar Camacho y Raquel Blanco, una pareja de Zaragoza, sí que perciben que se ha convertido en un destino más caro, algo que sigue la tónica general de toda España. «Hemos notado que han subido los precios», afirman. Sobre todo en los bares y restaurantes. Tiene la sensación de que «Oviedo se ha encarecido» al comparar su experiencia con la de años anteriores.
La perspectiva internacional aporta otros matices. Una familia de Lisboa formada por Constanza, Leticia y Afonso, pasa tres días en la ciudad por primera vez. «Lisboa también es caro», admite Constanza, «pero nos sorprendieron los precios de Oviedo porque no anticipamos las reservas y, al hacerlo a última hora, sí que nos quedamos sorprendidos». A pesar de todo, no renuncian a los caprichos locales y ya han comprado carbayones para llevar a casa.
La tendencia al alza en los precios es una realidad que los hosteleros vinculan al aumento general del coste de las materias, las facturas y la subida de los costes salariales. Aún con todo, sigue siendo una ciudad asequible si se compara con otros destinos nacionales.
Mientras los turistas hacen sus cálculos, los propios asturianos también tienen su opinión. Daniel Fernández, de Mieres, observa el bullicio ovetense y apoya incondicionalmente al sector. «Para un asturiano Oviedo es caro, pero cuando estás de vacaciones te da más igual gastar, te duele menos el bolsillo», sostiene. Lejos de cualquier recelo, defiende con entusiasmo la llegada de visitantes. «El turismo es fundamental. Es bueno que vengan, que dejen dinero, que esto se mueva y que la ciudad esté viva. ¡Tenemos un patrimonio impresionante que hay que enseñar!», exclama. Para él, la clave está en la empatía y en entender la lógica del viajero: «Al final, lo mismo que hacemos nosotros cuando vamos por ahí, lo hacen ellos aquí. Es un ciclo y no podemos criticarlo tanto». Su análisis concluye con una observación interesante sobre el impacto económico: «¿Quién gasta más? Probablemente los ovetenses a lo largo del año, porque es un gasto de doce meses. El turista lo concentra todo en unos pocos días».