Los acuerdos municipales reabren las heridas en IU

Si las aguas bajan revueltas en Ciudadanos, otro tanto se puede decir de IU. La coalición, muy tocada por su mal resultado en las autonómicas, sufre ahora problemas de índole municipal ante la decisión de concejales de algunas organizaciones locales -Llanes y Carreño- de contravenir las órdenes de la dirección regional de favorecer acuerdos con el PSOE. Una decisión que puede llevar a la apertura de expediente disciplinario y, en último término, a la expulsión. El conflicto tiene trascendencia por los hechos en sí pero también porque constata que las heridas abiertas en el seno de la organización entre partidarios y críticos con la dirección nacional de Alberto Garzón siguen abiertas.

Contra esa advertencia a los concejales díscolos del coordinador interino, Alejandro Suárez, se levantó ayer la secretaria de política municipal, Gabriela Álvarez, que habló de una actitud de «acoso y escarnio» a los ediles y pidió «escrupuloso respeto» a la autonomía municipal. «Por encima del PSOE están nuestros concejales», anotó.

Un mensaje que tuvo réplica a través de un comunicado suscrito por la dirección de IU, con Alejandro Suárez «a la cabeza», en el que pide «respeto» a las decisiones adoptadas por los órganos internos y tilda de «hiperbólica y sin sustento» la acusación de acoso a los concejales. El texto incide en que Gabriela Álvarez está lejos de ser una voz autorizada en IU. «Nadie debería utilizar cargos que están aún por redefinir en los órganos», sostiene la dirección en referencia a Álvarez y a la posible remodelación de la cúpula tras la salida de Ramón Argüelles, «ya que esta utilización confunde a la militancia y a la opinión pública sobre la representatividad de dichas opiniones».