Barbón: «No es el momento de elevar la presión fiscal»

Una de las primeras incógnitas de la elaboración de los presupuestos del Principado quedó esta mañana resuelta en la Junta: el Gobierno regional no subirá los impuestos. Así lo afirmó el presidente del Principado, Adrián Barbón, a una pregunta del diputado de Podemos Daniel Ripa. «No es el momento de elevar la presión fiscal», señaló el máximo responsable del Ejecutivo regional.

El Consejo de Gobierno no tiene entre sus planes, según explicó Barbón, hacer reformas fiscales, como le pedía el diputado de Podemos como fórmula «preventiva» para garantizar los recursos en los próximos ejercicios ante la crisis que ya se vive. Lo que sí reclamó Barbón es que el Gobierno central busque los apoyos necesarios para acometer una reforma fiscal con la que España se equipare a los estándares recaudatorios europeos.

No es la única medida que reclama el presidente del Principado, que puso sobre la mesa la necesidad de acometer una reforma del sistema de financiación autonómica y una armonización fiscal de «mínimos» para evitar la competencia de comunidades como la madrileña.

Los impuestos centraron buena parte del debate. La moción de Vox en la que reclamaban la bonificación del impuesto de sucesiones, la eliminación del de Patrimonio o un estudio del IRPF ante «el sistema de la izquierda maniquea que mantiene altos impuestos», según su diputada Sara Álvarez, sirvió para conocer algo más las posturas de los partidos en cuanto a fiscalidad. Aunque la proposición fue rechazada, contando solo con el apoyo de PP y Foro, los partidos exhibieron sus posturas. Así, el PP, por boca de su diputado Pablo González señaló que la rebaja fiscal debe aplicarse de forma «gradual como una política continua». La ex portavoz de Ciudadanos, que volvía a intervenir en la Junta tras ser destituida del cargo y que señaló que seguirá «intentando trabajar en el marco de los principios y valores de la candidatura de Ciudadanos que concurrió a las pasadas elecciones», señaló que su grupo está «de acuerdo con bajar impuestos», aunque matizó que a «nadie se le escapa que vivimos una época especial» en la que no subir los impuestos «ya se antoja como un objetivo bastante ambicioso». El portavoz de Foro, Adrián Pumares señaló que el sistema fiscal asturiano es «claramente deslocalizador» y que «subir impuestos sería un tremendo error que daría la puntilla a empresas y autónomos. Deberíamos estar hablando de bajarlos a los sectores más afectados». Por su parte, la portavoz de IU, Ángela Vallina, señaló que su partido defiende «lo que marca la Constitución: que pague más el que más tiene». Daniel Ripa, de Podemos, desgranó lo que para él sería un «descosido tremendo» en las cuentas asturianas si se aplicase la medida de Vox al perder recursos que servirían para «contratar 1.980 médicos o 4.000 trabajadores de la dependencia». La diputada del PSOE, Carmen Eva Pérez, negó que Asturias sea un «infierno fiscal». «La presión de Asturias está por debajo de la media nacional».

La segunda jornada del primer pleno ordinario del curso político dejó también varias pistas sobre la negociación presupuestaria. PSOE y PP mantuvieron un desencuentro sobre la voluntad de diálogo que no augura demasiado entendimiento de cara a alcanzar un acuerdo para las cuentas del próximo ejercicio. La portavoz del PP en la Junta, Teresa Mallada, reprochó a Barbón sus continuos llamamientos al diálogo, que considera una estrategia «retórica» para quedar bien ante la opinión pública. Mallada señaló que es necesario alcanzar «consensos» para afrontar la recuperación económica, pero que no se conseguirán con la actitud que ha mantenido hasta ahora el presidente, que convocó al PP a los pactos de Fruela y, tras recibir las propuestas «en sede parlamentaria y por correo, no contestó. Lo que le interesaba era la foto. Fruela acabó en Escorialín: como no hay foto, quedamos en otro ratín», afirmó la portavoz de los populares.

Por su parte, Barbón respondió recordando lo que para él fueron las negociaciones presupuestarias con el PP en el pasado ejercicio. «Si va con propuestas inasumibles para justificar el no, la gente lo va a ver. Trata usted de restablecer el debate político tradicional como si nada hubiera pasado», señaló el presidente del Principado, que recordó los acuerdos alcanzados por su Gobierno, como los de financiación autonómica, firmado por todos los partidos excepto Vox, el de concertación o el que selló con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, para defender una posición común en el reparto de los fondos de cohesión europeos.

Con una invitación, primero a la izquierda y luego al resto de la Cámara, a sumarse a un acuerdo presupuestario, Barbón insistía en una idea que ha puesto sobre la mesa desde el inicio de la legislatura. Pero se llevó dos advertencias de los partidos a los que coloca como socios prioritarios. La portavoz de IU, Ángela Vallina, a cuenta de los recortes a subvenciones a entidades sociales, recordó al presidente del Principado que las cuentas de 2020, que apoyaron en la Junta, son también las suyas. «Decisiones unilaterales de tal calado político deberían ser acordadas siempre con IU», señaló sobre el cambio presupuestario que resta 800.000 euros a las entidades del tercer sector. El diputado de Podemos Rafael Palacios abundó después en esta misma premisa apelando a la «confianza» necesaria entre dos fuerzas para alcanzar un pacto presupuestario que luego se cumpla.