El PSOE destaca la «solvencia» del nuevo Gobierno y la derecha critica su tamaño

El PSOE destacó ayer la «solvencia» del nuevo Gobierno nacional, calificado por Podemos e IU de «histórico», mientras que las formaciones de la derecha critican su «enorme» tamaño y su elevado gasto. Por su parte, el presidente del Principado y secretario general de la FSA, Adrián Barbón, celebra su puesta en marcha, necesaria para «negociar, para acordar, para pactar y también para exigir... porque sin él es difícil». Y ante las voces que critican que Asturias se haya quedado fuera del Consejo de Ministros, el líder socialista pone en valor la figura de la vicesecretaria del PSOE. «Si hay investidura es en gran parte gracias al trabajo de Adriana Lastra y si alguien quiere a Asturias y habla bien de Asturias es Adriana Lastra», destaca.

Sobre la composición del Gobierno, la portavoz socialista en la Junta, Dolores Carcedo, destaca que se trata de un «Gobierno solvente, con perfiles políticos y profesionales sólidos y de contrastada trayectoria». Señala igualmente que el organigrama permite «un reparto de funciones que da prioridad a algunos de los grandes retos que Asturias tiene por delante, como la transición ecológica justa, el reto demográfico o las infraestructuras». Se trata de un Gobierno, completa, «con el que el Ejecutivo asturiano va a dialogar y negociar pero al que también, desde la lealtad y desde la firmeza, va a reclamar y exigir».

También la portavoz de Podemos en la Junta, Lorena Gil, califica de «histórico» este Consejo de Ministros por «representar a un país plural y diverso», pero también por «mirar al futuro frente a quienes pretenden llevarnos al pasado». En su opinión, su labor podrá ser juzgada «en la medida en que pueda dar respuesta a los enormes retos de nuestra sociedad».

El coordinador interino de IU Asturias, Alejandro Suárez, muestra su satisfacción porque, frente al riesgo de unas nuevas elecciones, «se ha formado un nuevo Gobierno que puede considerarse histórico». Lo que es necesario en estos momentos, dice, es que empieza a trabajar «para dar respuesta a los grandes problemas de España y de Asturias». No obstante, no oculta su preocupación por el mantenimiento de Teresa Ribera como responsable de Transición Ecológica.

Las críticas a la composición del nuevo Gobierno llegan de la mano de la oposición. La portavoz del PP en la Junta, Teresa Mallada, opina que la «macroestructura» del nuevo Gobierno solo se explica por «el pago de favores de la sesión de investidura». Advierte que, como consecuencia del elevado número de miembros, este Gobierno «va a costar a los españoles mucho dinero» pese a que, se queja, «no tiene visos de efectivo». En su opinión, viendo las experiencias de gobiernos en coalición de PSOE, IU y Podemos en diferentes ejecutivos, «mucho nos tememos que se van a preocupar más de sus guerras internas y de favorecer a los suyos que de trabajar por España».

El secretario de Organización de Ciudadanos y diputado en la Junta, Sergio García, también ve «enorme» la estructura del nuevo Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, ya que tendrá «más carteras, cargos y asesores que nunca». El dirigente de la formación naranja alerta igualmente de las consecuencias económicas que tendrá este incremento en el número de componentes y lamenta que este mayor gasto «lo pagaremos los españoles con nuestros impuestos». Reprocha que la única razón que ha llevado a Sánchez a ampliar el número de componentes es «hacer hueco a Podemos, con quienes estamos abocados al deterioro económico y la desigualdad entre españoles».

Desde Foro, su secretario general y portavoz en la Junta General, Adrián Pumares, tilda de «mala noticia» que en el «gobierno más amplio de la historia» de España no haya ningún asturiano ya que, argumenta, a esta región «le fue mejor cuando sentó a asturianos en el Consejo de Ministros». Igualmente, considera «mala noticia» para Asturias que Teresa Ribera haya ascendido a vicepresidenta.

Por su parte, el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, se queja de que se trata del Ejecutivo «más numeroso y caro de la democracia». Un Gobierno, continúa, «pensado para satisfacer los intereses de los políticos de PSOE, Podemos y de todos los enemigos de España sin excepción».