
Eduardo Mendoza, un premio con raíces asturianas como las suyas
El Premio Princesa de Asturias de las Letras le llega cuando se cumplen 50 años de la publicación de su primera novela. «No me dejan jubilar tranquilamente», bromea
Miércoles, 14 de mayo 2025, 16:16
«Me he dedicado toda la vida a hacer lo que más me gusta: escribir y hacer el vago. Y me premian por esto». Eduardo Mendoza ha tirado del humor que le caracteriza para mostrar su satisfacción al recibir el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025 cuando se cumple medio siglo de la publicación de su primera novela, 'La verdad sobre el caso Savolta'. El célebre escritor ha querido agradecer que el jurado reconociese su trayectoria con este importante galardón que tiene un significado muy especial para él. Porque el premio llega de Asturias, donde él tiene sus raíces. Nació en Cataluña, pero su abuelo vino a vivir a Oviedo y en la capital del Principado conoció a una avilesina que posteriormente se convertiría en su esposa. En Asturias nacerían su padre y sus tíos, que años después se asentarían en Barcelona, lugar de nacimiento del Princesa de las Letras.
Mendoza ha dicho que a la Barcelona de su infancia no la reconocería «ni su padre», porque ha pasado de ser un ciudad tranquila y poco conocida a un referente turístico mundial. Durante una rueda de prensa celebrada este miércoles en la biblioteca Jaume Fuster de la Capital Condal ha repasado su extensa trayectoria. Sobre su su novela 'Sin noticias de Gurb' ha afirmado que si ahora llegaran unos aliens a Barcelona no se daría cuenta nadie, porque la ciudad está «llena de alienígenas», y ha asegurado que si bien entonces le pareció una buena forma de contar la ciudad y la vida en ella, no tiene intención de volverlo a hacer.

Mendoza ha contado que, después de la alegría de recibir el premio, se ha quedado pensando sobre qué significa, qué ha hecho para merecer esto y si está a la altura, y ha concluido: «No me dejan jubilar tranquilamente».
En referencia al fallo del jurado, que le describe como un «proveedor de felicidad», ha aclarado que él sí se considera tal, aunque solo «para sí mismo». El escritor, muy agradecido por que no le hayan mandado «al cuarto de los trastos» tras 50 años dedicado a la literatura, ha subrayado que es importante no bajar el listón y ser muy respetuoso con el lector, porque si se fracasa «no hay salvación».
Intergeneracional
El jurado ha destacado que su obra gusta a generaciones muy diversas, algo que a Mendoza le sorprende teniendo en cuenta que una obra como 'Sin noticias de Gurb', en estos momentos, «tendría que publicarse en edición crítica con notas a pie de página, porque de la mayor parte de las cosas ya nadie se acuerda ni de lo que son».
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Aún así, entiende que la novela es corta, fácil y tiene «buen rollo», sin un humor sarcástico, amargura ni mala intención, y admite que ha ayudado el hecho de que sea lectura recomendada en las escuelas.
Futuras novelas
Sobre posibles futuras novelas, el escritor ha dicho que cuando una lleva tantos años escribiendo «ya es una especie de posesión diabólica», y que no es él quien decide la novela, sino la novela que decide por él. Así, ahora no se encuentra escribiendo otra novela, pero reconoce que «podría pasar en cualquier momento».
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