Borrar
La Familia Real y Luis Fernández-Vega, junto a los artífices del corri corri, entre ellos la bailadora de origen chino Clara Gonzalo. :: EFE
Premios Princesa | «Reivindicamos el orgullo de ser aldeanos»

Premios Princesa | «Reivindicamos el orgullo de ser aldeanos»

Asiegu saca pecho en su día grande «en un momento crítico para el medio rural asturiano»: «Somos la aldea del siglo XXI»

A. VILLACORTA / L. RAMOS

Domingo, 20 de octubre 2019, 02:11

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Lo recordó el alcalde cabraliego, José Sánchez, aunque él prefiere que lo llamen «Jose, así, sin acento»: «El último Rey que estuvo en Cabrales fue Alfonso XIII». Así que Asiegu, «la aldea pensada», aprovechó ayer para sacar pecho en su día grande ante la Familia Real.

«No es frecuente que en la vida de los pueblos se den circunstancias de celebración, y menos en esta tierra cabraliega de perfiles verticales, donde el día a día se convierte en una dura y constante lucha para convivir en armonía con esta hermosa y, a la vez, exigente, naturaleza. Resulta más habitual que en las zonas rurales seamos noticia por la marcha de sus gentes, porque en tal pueblo solo quede un vecino de ochenta años y que con su fallecimiento se amplíe la nómina de la España desaprovechada», dio la bienvenida a los Reyes, la Princesa y la Infanta.

Pero todos estaban ayer allí -recordó- «por todo lo contrario»: «Por estar en una aldea donde los jóvenes deciden volver y quedarse a trabajar en las labores que nuestros antepasados realizaban: pastorear, hacer quesu, sidra, miel, organizar los adobos o sorprendernos con numerosas y novedosas iniciativas como los bancos apadrinados». Así que era día de presumir: «Con este Premio, reivindicamos el orgullo de sentirnos aldeanos y el de poder demostrar que con pequeñas iniciativas que ponen en valor la cultura y la tradición popular es posible sacar a una familia adelante».

Eso es -dijo José Suárez- Asiegu, antes de felicitar a sus vecinos por la concesión del galardón y por «proyectar sobre todos nosotros la certeza y la ilusión de que vivir en un pueblo es posible». Habitantes de «una aldea tradicional pero no inmovilista, una aldea pensada para la vida del siglo XXI y que, a la espera de que las nuevas tecnologías nos permitan competir, se hace fuerte desde el respeto a la Historia».

También Jesús Ruiz, uno de los promotores de la candidatura, coincidió en ese mensaje ante Sus Majestades, sin poner paños calientes: «Nos encontramos en un momento crítico para el medio rural asturiano, pieza clave de la identidad territorial de la región, que se debate entre la extinción o la supervivencia de una cultura bajo la cual se gestaron nuestra aldeas y sus paisajes. Un momento en el que los indicadores demográficos muestran una marcada pérdida poblacional, así como un importante envejecimiento de sus efectivos».

Es esta una tierra en la que «las generaciones jóvenes apuestan mayoritariamente por desarrollar su vida y su actividad profesional en el ámbito urbano y, muy especialmente, en el área central asturiana, que polariza la practica totalidad de la industria y gran parte del sector servicios». Y, de esta manera, «Asturias presenta una marcada dualidad social, económica y territorial entre el centro y las alas», subrayó.

Así que, en este contexto, lanzó una reclamación a las autoridades: «Es prioritario buscar actividades que permitan fijar población en nuestros pueblos y aldeas. Solo esto garantizará el mantenimiento de nuestros paisajes, tan demandados por las personas que nos visitan, así como la pervivencia de los valores culturales que atesoran y una adecuada cohesión territorial».

Y, al final, una llamada a la esperanza. No en vano, «la candidatura de Asiegu al Pueblo Ejemplar buscaba precisamente esto: enviar un mensaje esperanzador para el medio rural asturiano. Nuestro pueblo es, o aspira a serlo, el prototipo de aldea del siglo XXI que se podría aplicar en el resto de Asturias, a la vez que un laboratorio en el que debemos seguir dando forma al modelo ideal de aldea postindustrial».

Sirva, por tanto, el galardón, «para unir aún más a las gentes de Asiegu y, así, colectivamente, poder afrontando con ilusión los retos de futuro». Habitantes que, «gracias a su tenacidad y al trabajo colectivo», tiene «su mejor recompensa en poder ver hoy, aquí, a niños y niñas jugando por las caleyas de la aldea».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios