Las razones de Rozada para denunciar el «escándalo» del arbitraje en el Atletico Antoniano-Real Avilés
Además de la falta previa al penalti, el Real Avilés reclamó dos acciones dentro del área sobre Cueto y Santamaría, y la excesiva permisividad de Johan González con los jugadores locales
Que Javi Rozada acabe expulsado en un partido del Real Avilés Industrial no es mucha novedad. Que no le gusta perderse partidos importantes en ... el banquillo, tampoco. Por eso el técnico ovetense estaba fuera de sí al final del duelo de Lebrija a las puertas del vestuario visitante. La jugada previa al penalti que detuvo Álvaro había colmado su paciencia con el árbitro canario Johan González, al que la expedición blanquiazul le reclama varias acciones polémicas.
«A mí me expulsa el cuarto árbitro por decirle al banquillo después del penalti que el árbitro fue muy casero. Fue muy casero. A ellos no les sacó ni una amarilla con todas las faltas que hicieron y no nos dejó tener continuidad en el juego. Hay muchas jugadas y todas ellas cayeron del lado local. Ha sido un escándalo. Nos sacó totalmente del partido, pero tengo que felicitar al equipo, ya que ha sabido aguantar», dijo el técnico ovetense a la conclusión del partido entre el Atlético Antoniano y el Real Avilés que finalizó con empate a cero.
El colegiado obvió de forma reiterada las quejas de Isi Ros por la provocación continua de casi todos los rivales
Lo cierto es que no era el único descontento en la delegación blanquiazul con la actuación del colegiado canario. Además de la acción previa al penalti señalado al Real Avilés, hubo dos jugadas en la segunda mitad en la que los jugadores blanquiazules consideran que se pudo señalar sendas penas máximas a favor. Una de ellas en una caída dentro del área de Santamaría, que sintió el contacto de un jugador local. Y otra, quizás más clara, en una incursión de Javi Cueto que acabó en el suelo cuando se dirigía ya a encarar al portero del Antoniano.
También fue especialmente llamativo el ensañamiento de los jugadores locales con Isi Ros, al que trataron de provocar durante todo el partido con acciones a espaldas del juego. Resulta difícil pensar que todas se escapasen del control arbitral en un partido en el que, además, había cuarto árbitro. Es más, el colegiado canario le dedicaba grandes charlas al propio Isi Ros cada protesta que hacía una denuncia por el trato que estaba recibiendo.
En una de esas jugadas González no detuvo el juego para la asistencia del murciano, que acabó levantándose y marcando un gol que fue anulado por un posible fuera de juego en la primera mitad.
No es la primera vez que la actuación de Johan González genera críticas en el Real Avilés. Esta temporada ya tuvo un polémico arbitraje, por ejemplo, en la visita de los avilesinos al Pontevedra (1-1) en noviembre pasado.
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