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Javi Rozada, entrenador del Real Avilés Industrial, tendrá después de mucho tiempo dónde elegir para hacer la convocatoria del partido de este domingo (17 horas) en Ávila. Hacer descartes no parece una dificultad para el técnico a estas alturas de la temporada. «No me preocupa. Tengo un amigo que al final siempre me decía que esto va de meritocracia. Los jugadores muchas veces no se dan cuenta de que se ponen y se quitan ellos. Yo intento ser lo más justo posible. Es cierto que a veces en los vestuarios lo que ves justo para uno igual no es para otro. Aquí se trata de ganar, de estar lo más arriba en la clasificación», defiende.
También recuerda que «tenemos cosas muy ambiciosas en mente» y asegura sobre el rendimiento de sus jugadores que «creo que están entrenando bien ahora y que estando todos somos una plantilla de nivel, pero bueno, no me preocupa para nada. Cuantos más disponibles, mejor, porque si algo nos ha pasado es que hemos estado muy mermados toda la primera vuelta».
Una de las piezas que podrían ayudar al equipo es Álvaro Santamaría, que regresa de una lesión. Rozada valora que «lleva una semana que no está haciéndolo todo al 100%, pero creemos que igual para 20 ó 30 minutos puede estar. De mano no, pero creo que puede ser un buen recambio».
Quien no llega para esta jornada, ni posiblemente para las próximas, es Edu Cortina, aunque su entrenador desveló que «se encuentra genial, no siente nada. Creemos que la próxima semana se puede incorporar al grupo y estamos contentos porque creemos que de esta ya va a ser la definitiva. Él se lo merece y va a llegar para lo bueno».
El Real Avilés se encontrará enfrente al Real Ávila, un rival de nivel que lleva toda la temporada arriba. Rozada destaca que «espero encontrarme lo que dice la clasificación, a un equipo sólido, bien trabajado, que maneja muy bien, que no tiene presión de nada, que todo lo que le está pasando este año es bueno. Afrontan siempre los partidos con confianza, sin agobios. Con el 0-0 nunca los sientes con la necesidad de ir a por el partido, entonces les va generando confianza y es un equipo bien trabajado. Domina bien la fase defensiva, lo dicen los números, y luego en la fase ofensiva son muy letales. Los centros laterales son buenos, también el balón parado, cuando tienen que tener el balón en campo contrario y girar el juego lo hacen... Es un equipo bastante completo y nos vamos enfrentar, sin duda ninguna, al equipo revelación de la temporada y tenemos que hacer un partido completo».
A pesar de la trascendencia del choque, el entrenador ovetense no se lo toma como una final: «Nos gustaría quedar terceros, pero no me lo tomo como una final, porque lo que quiero es que el equipo vaya creciendo, que vaya llegando bien al final. Es un partido muy importante, porque si les ganamos nos pondríamos ahí con ellos y con el golaveraje. Y, no nos vamos a esconder, meteríamos a un rival más en la pomada a falta de diez partidos. Pero una final no, este equipo va a jugar bastantes finales, pero esta no lo considero una final».
En cuanto a los goles que ha recibido el Avilés en las últimas jornadas, Rozada reconoce que «no me preocupaba hasta el otro día, estaba tranquilo, lo dije. El primer gol vale más no catalogarlo, porque no es ni ocasión porque pasó lo que pasó, todos los vieron. Pero el segundo gol, de una jugada aislada, un saque de banda, con el partido controlado para meter el 2-1 y que de repente te metan ese gol, pues sí me preocupa. Pudo haber algún error de concentración en ese centro lateral y en esta categoría no puedes cometer ningún despiste que no estábamos cometiendo. Me preocupa ese error de concentración, pero creo que dimos un paso adelante. En la primera vuelta el equipo no era capaz de sostenerse tanto tiempo con balón, de meter al equipo en campo contrario, de apretar tan alto. Creo que ahora lo hacemos, es el camino y lo que tenemos que pulir son esos detalles».
El entrenador blanquiazul mantiene abiertas, en cuanto a la forma de juego en Ávila, «dos opciones. El equipo el otro día estuvo bien muchas fase del partido. También lo hicimos porque ellos juegan 4-4-2, queríamos tener uno más por dentro para tener el control para que no se descontrolara el partido y esa segunda jugada no nos la pudieran ganar y hacer transiciones. Creo que lo conseguimos el otro día, pero cada partido cambia. En 4-4-2 llevamos mucho sin perder, pero son dos opciones –junto al 4-3-3– que tenemos ahí y que estamos trabajando durante la semana las dos, y durante el partido se pueden ir dando diferentes escenarios».
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