Javi Rozada se despide del Real Avilés emocionado y con varios recados al club
El ovetense considera «injustificado y un error muy grande» su destitución después de una discusión en la Feria de Muestras «en la que no hubo faltas de respeto»
Alberto Santos
Oviedo
Jueves, 14 de agosto 2025, 16:36
Javi Rozada, exentrenador del Real Avilés Industrial, decidió este jueves hablar públicamente por primera vez desde su destitución. Lo hizo en un hotel de Oviedo, donde dio su versión tanto de lo sucedido en los últimos días como del poco más de un año que ha estado al frente del cuerpo técnico blanquiazul, desde que salvó al equipo del descenso a Tercera hasta el ascenso a Primera RFEF y una pretemporada truncada a tres semanas del inicio de liga.
El técnico ovetense comenzó su intervención con la lectura de un texto emotivo en el que agradece la oportunidad que le dio en su día Diego Baeza de entrenar al Real Avilés, además de nombrar a Miguel Linares, director deportivo, Antonio Cruz, secretario técnico, y al resto de trabajadores del club. Y, por supuesto, « a esos aficionados de Avilés por su hospitalidad desde el primer día, haciéndome sentir como uno más por su apoyo en los momentos difíciles, que también los hubo. Ojalá se hayan sentido recompensados estos meses por todo lo que yo he recibido de ellos. Es una pena que ya se haya dado el final así, pero cuando a uno le despiden de esta manera no puede irse más que con la cabeza arriba».
Tras añadir que «hacer historia en Avilés es para mi lo más bonito que me ha pasado en el fútbol», dio el paso al turno de preguntas en los que entró en profundidad a valorar sus últimos días como entrenador blanquiazul y «13 ó 14 meses muy intensos con muchas emociones. Claro que estoy emocionado porque siento que han pasado muchas cosas en muy poco tiempo».
«Creo que fallaron un poco también los canales de comunicación del club, no expresaron a qué hora teníamos que estar ni cómo teníamos que estar. Avisé yo a la plantilla»
Al ser cuestionado sobre el episodio en la Feria de Muestras de Asturias que desencadenó su destitución, previa advertencia de que «esa pregunta no sería para mí», añadió que «yo creo que el otro día, el viernes, hubo una Feria de Muestras y una situación surrealista que se vivió. Yo al final, como entrenador, hice un entrenamiento espectacular con mi plantilla. Al acabar el entrenamiento, acudimos a la feria. Cuatro años han pasado, no sólo con Rozada, en que el Avilés, nunca jamás adelantó el entrenamiento antes de ir allí, siempre se entrenó a la misma hora. Yo creo que fallaron también un poco los canales de comunicación del club. No expresaron a qué hora teníamos que estar, ni cómo teníamos que estar. Avisé yo a la plantilla, a mí no me avisó nadie. Me avisa el segundo entrenador, que no sé ni cómo se entera»
Retraso y tensión en la Feria de Muestras
En este punto, tal y como informó LA VOZ DE AVILÉS, el director de comunicación del club comunicó un día antes por un grupo interno de mensajería al cuerpo técnico y los jugadores la cita «a las 13 horas en la puerta principal de la feria», la agenda de visitas a patrocinadores y alcaldesa de Avilés, y la ubicación y las normas de vestimenta, «ropa de paseo, tanto jugadores como cuerpo técnico».
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Una vez en la FIDMA, Rozada defiende que él llegó con sólo quince minutos de retraso, y que los jugadores fueron llegando a continuación, «y se demora porque el último creo que llega a las 13.40 horas. Entonces, entramos con 25 minutos de retraso», cuando estaban citados a las 13 horas. En cualquier caso, asegura que «yo lo asumo y pido disculpas. Allí había más gente y también me vino el director general, también le pido disculpas». A partir de ahí, el técnico reconoce «un intercambio fuerte de palabras» con Pedro Arboleya primero y con Diego Baeza después, tal y como desveló este periódico, «pero quiero dejar claro una cosa: No hubo faltas de respeto, no hubo nada. Lo que salió en algunos medios es cierto, pero se sabe una parte. No quiero hablar tampoco de la otra parte porque está mi abogado en ello, entonces tampoco quiero entrar en detalles».
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No le pareció, por tanto, «que sea tampoco grave porque eso creo que pasa en todas las empresas y todos los días. Yo creo que al final yo intenté siempre con Diego tener una relación profesional. Todo lo que tuve con él fue profesional y como te digo, nunca tuve con Diego Baeza cosas personales. Por lo menos por mi parte, no sé por la parte de él. Son todo profesionales donde una vez cede él, otra vez cedo yo porque uno es la propiedad y el otro el entrenador, y tú miras por el equipo».
«Si me tuviera que arrepentir de algo, igual de la Copa Federación. Ahí miré mucho por el equipo, pero no miré por el club»
Rozada reconoció que en esta etapa como técnico del Real Avilés «quizás si me tuviera que arrepentir de algo, igual de la Copa Federación. Más que del fondo, que creo que se demostró con el tiempo que tenía toda razón, quizás las formas no fueron las adecuadas. Ahí miré mucho por mí, por el equipo, por los jugadores, por el cuerpo técnico, pero no miré por el club en ese momento. Creo que unos ingresos de Copa del Rey, si no se hubiéramos clasificado, hubieran sido buenos. Y bueno, después de ganar la fase regional, en la nacional nos dejamos llevar».
Después de un año cargado de tensión, que ni siquiera rebajó el ascenso a Primera RFEF, Rozada no comparte la idoneidad de haber roto el vínculo con el Real Avilés de forma amistosa al finalizar la temporada. «No lo creo, porque yo tampoco creo que hayan sido episodios de tensión. Creo que, como en los matrimonios, como en la vida laboral, como te repito, cuando no hay faltas de respeto es normal, que a veces las cosas se discutan, y más en el fútbol, que te juzgan un resultado todos los domingos, que las emociones muchas veces las tenemos muy altas, y no considero que tengamos que separar nuestros caminos en ese momento, por lo menos por mi parte. Esa pregunta, si quieres, se las haces a ellos. Yo al final estaba a gusto allí, yo con la conciencia muy tranquila, yo me considero un entrenador muy pasional, que me vuelco siempre con mis jugadores y con mi staff, y no consideraba que los caminos se tuvieran que separar ahí, porque no creo que hubiera tampoco motivo».
Muchos motivos para continuar
Para él, la situación normal a pesar del encontronazo en la Feria de Muestras «era seguir, el equipo está hecho, el staff con los jugadores está a muerte, los jugadores están a muerte con el staff, el director deportivo y el secretario técnico están a muerte con los jugadores y con el staff. Es mi opinión, para mí no tiene ninguna justificación, y es una cosa que al final como entrenador tienes que vivir, porque como entrenador sabes que te expones a esto, hay un jefe y toma las decisiones, y en este momento él consideró que era la mejor decisión para el equipo, porque él siempre piensa con el Avilés está por encima de todos, pero como te digo, yo la considero un error muy grande».
«Yo nunca percibí un deterioro en la relación con el club, no soy una persona nada rencorosa y sé olvidar. Estaba focalizado en la temporada y la Ponferradina»
También aseguró que no percibía el deterioro en la relación con la dirección del club. «Para nada, yo no lo percibía, igual ellos sí, yo nunca percibí un desgaste en la relación, yo percibí que a veces, sí es cierto que por ejemplo el año pasado hubo episodios, que no voy a entrar en detalles, por respeto al club y por respeto a Diego, que pasaron, que me desgastaron en la relación, pero siempre he luchado por el club, por mis jugadores, por mi cuerpo técnico y por conseguir lo máximo, entonces no creo que la relación estuviera desgastada. Como te digo, lo que pasó el año pasado, es cierto que como te dije siempre antes, vida laboral, matrimonios y demás, a veces esas discusiones pueden hacer mella. Por mi parte, yo soy una persona que no soy nada rencorosa y sé olvidar, entonces yo por mi parte sólo estaba focalizado en la temporada en que la Ponferradina nos visitaba el 30-31 de agosto, en que era importantísimo empezar bien, creo que estábamos haciendo una pretemporada espectacular en todos los sentidos y yo por mi parte no había nada de desgaste».
En cuanto a la relación con Miguel Linares, añadió que «yo creo que ha sido muy buena. De hecho, creo que confiábamos el uno en el otro a muerte, y con Antonio Cruz, cuando hablo de Miguel Linares siempre quiero que Antonio Cruz esté en su equipo, porque creo que los dos hacen un buen equipo y no, vamos, por el tema ese no hay ningún problema. Con el director deportivo yo estaba a muerte». En este sentido, a pesar de ser cesado a las puertas de debutar en Primera RFEF, Rozada no siente que haya perdido una gran oportunidad: «No lo siento porque considero que no he hecho nada. Cuando tienes la conciencia tranquila y cuando sabes que te vaciaste y que diste lo mejor de ti y que intentaste que todo fuera bien e intentaste ayudar en todos los ámbitos del club a que todo funcionara y demás, pues tengo la conciencia tranquila como te digo y no siento que haya perdido una oportunidad porque no depende de mí. Hay decisiones que no dependen de mí y que yo tengo que respetar como entrenador».
Sí reconoció, en cambio, estar «dolido sobre todo por los jugadores y por mi staff porque formamos un equipo muy muy bueno porque confiaba a muerte en este equipo, lo saben ellos, y porque creo que íbamos a hacer una temporada muy muy buena y por eso sí estoy dolido, pero por lo otro no, porque como te digo, hay cosas que no dependen de mí». El técnico ovetense también fue preguntado por su ayuda al club más allá de su faceta de entrenador, a lo que respondió que «no voy a entrar en detalles porque considero que eso es un tema que al final, como te digo, a mí me dolió el otro día que de una conversación privada sacaran una cosa de contexto. Creo que las cosas dentro del club y que yo haya hecho o no haya hecho son privadas y creo que es importante que las sepamos nada más los implicados y en este caso, pues Diego y yo».
El último entrenamiento, «un esperpento»
Javi Rozada también dedicó tiempo a repasar su último entrenamiento el lunes por la tarde. «Fue duro, para mí lo más duro, porque a mí me lo comunican cuatro o cuatro y media, me comunican que mañana tendría la carta de despido, entonces yo lo que hago es, me piden que vaya a entrenar el director deportivo porque creo que creía que se iba a arreglar y yo automáticamente voy a La Toba, voy a entrenar, pero yo sí que les digo a la plantilla que estoy despedido, yo automáticamente lo primero que le digo a la plantilla es que a mí me han despedido y que es el último entrenamiento que voy a hacer en el Real Avilés. Fue muy duro, bueno, el entrenamiento hubo que pararlo porque la verdad que fue un esperpento de entrenamiento», recordó.
«Siempre me queda la duda de por qué apareció Diego cuando no apareció en ningún entrenamiento toda la temporada»
También lanzó otro recado al presidente. «Cuando acabó, allí estuvieron Miguel Linares, Antonio, fue Diego, el único entrenamiento que fue de la temporada fue el del otro día, el de antes de que anunciara mi cese, no sé, siempre me queda esa duda, por qué apareció por ahí cuando no apareció ningún entrenamiento de toda la temporada y aparece allí el otro día. Me consta que cuando acabó el entrenamiento se marcha y bueno, sé que luego los jugadores fueron a hablar con él, pero la situación ya estaba extendida en los medios de comunicación», añadió.
A pesar de sus precedentes en otros clubes, no considera que esta salida del Real Avilés sea por causas extradeportivas. «No, yo creo que cuando hay un despido, normalmente los despidos suelen ser disciplinarios o deportivos, y cuando hay causas extradeportivas es que tiene que haber un despido disciplinario con razones. Creo que no hay razones que justifiquen mi despido, tú para echar a un entrenador por causas disciplinarias o en este caso extradeportivas, tienes que tenerlo bien documentado y tiene que haber un argumento de peso y creo que no hay ningún argumento de peso para que a mí me echen», insistió sobre el desencuentro en la Feria de Muestras.
«Diego elevó una conversación a tono personal y a partir de ahí yo creo que desencadenan una serie de reuniones que no somos capaces de reconducir ninguna de las dos partes, porque cuando tenemos ese intercambio de palabras, repito, sin faltas de respeto, porque no hubo faltas de respeto, no hubo insultos, no hubo nada, todo entró en una espiral de reuniones y de arreglarlo que ninguna de las partes fue capaz de reconducir», defendió el técnico ovetense.
En cuanto a su futuro, avanzó que «este año voy a entrenar, tendremos que ver también qué oportunidad sale, pero bueno, creo que tengo un staff muy bueno y me voy a aprovechar también de ello, porque quiero decir aquí que Miguel, que salió conmigo, al final muchas veces, para lo bueno y para lo malo, se habla de Javi Rozada, pero nunca se habla de los que te acompañan en el camino, en el proceso, y creo que Miguel Méndez ha sido muy importante en todo, creo que me ha ayudado en todos los aspectos, tanto a nivel deportivo como extradeportivo, ha sumado muchísimo, está muy preparado, y bueno, pues vamos a intentar a ver qué reto podemos tener, y siempre que veamos que es una oportunidad para crecer y demás, pues seguro que la valoramos».
Sobre la resolución de su contrato concluyó que «están mis abogados, y si te digo la verdad tampoco me preocupé mucho ni del contrato ni de la situación mía a nivel contractual, no me preocupaba, era lo que menos me preocupaba, lo puse en manos de gente y no estoy yo nada pendiente de eso».
Comunicado íntegro de despedida de Javi Rozada
Os he convocado para despedirme del Real Avilés en condiciones, que no pude, y de su gente. Y no podría empezar de otra manera que dándole las gracias a Diego Baeza y a Eduardo Regis por la oportunidad que me dieron en su día. No era sencillo el reto, pero siempre les agradeceré que me invitaran a formarte de un club en el que ya me siento parte de él.
Avilés ha sido un lugar que me ha hecho disfrutar de esta profesión y eso es algo que me llevó para siempre. Nunca olvidaré lo sucedido el pasado 31 de mayo. Tengo 43 años y veo difícil volver a sentir en mi vida algo igual como lo que se vivió en Avilés con el ascenso. Ver una ciudad entregada, identificada con su equipo y en ese estado de euforia es el mejor legado que un entrenador puede dejar.
Quiero agradecer a los futbolistas de las tres temporadas porque tuve mucha suerte que aparte del talento deportivo se juntaron con la calidad humana y sin ellos esto no sería posible. Y a mi cuerpo técnico, especialmente a Miguel, a Hugo, a Jacobo, a Álex, a 'Joaco' y a Javi. Será difícil olvidarme de tantas emociones vividas juntos y os llevaré siempre en el corazón.
También agradecer a Miguel Linares y a Antonio Cruz su apoyo y cercanía en el día a día. Agradecimiento que extiendo a los demás trabajadores del club, y por supuesto a la afición. A esos aficionados de Avilés por su hospitalidad desde el primer día. Haciéndome sentir como uno más por su apoyo en los momentos difíciles y que también los hubo. Ojalá se hayan sentido recompensados estos meses por todo lo que yo he recibido de ellos.
Es una pena que ya se haya dado el final así, pero cuando a uno le despiden de esta manera no puede irse más que con la cabeza arriba. Por el trabajo, por la entrega y por los éxitos.
Hacer historia en Avilés es para mi lo más bonito que me ha pasado en el fútbol.