El Suárez Puerta entra en juego con el Real Avilés

El partido del Ávila y el del Pontevedra. En el vestuario del Real Avilés Industrial se ha reclamado durante toda la temporada el apoyo de la afición para caldear más el ambiente del Suárez Puerta y convertirlo en un campo aún más temible para los equipos rivales. Esos dos duelos, uno de la primera vuelta y el otro reciente en la segunda, son la referencia del mínimo exigible para que los jugadores sientan el aliento de su hinchada. Y ahora que llega el momento de la verdad, el estadio avilesino puede jugar un papel fundamental, porque tres de las cinco jornadas que le restan de liga regular al Avilés se juegan en casa, y sumar los nueve puntos significaría certificar el 'play-off' de ascenso y quién sabe si un impulso para metas mayores si se ganan también los dos partidos a domicilio.

Al contrario de lo que pudiera parecer, el aplazamiento del derbi ante el Langreo, unido a los resultados del resto de equipos en esa jornada y en la siguiente, han puesto al Real Avilés en una situación ventajosa. El equipo de Rozada se podrá jugar ante su gente el sueño de pelear por el ascenso. De ahí que los nueve puntos que se podrían sumar en el Suárez Puerta ante el Escobedo (este sábado, 18 horas), el Langreo (el miércoles, a las 19 horas) y el Guijuelo (domingo, 27 de abril, a las 12 horas), sean tan importantes.

Una victoria en los tres duelos en territorio avilesino permitiría al Avilés alcanzar los 57 puntos en la clasificación. El resto de rivales –salvo el Ávila y el Salamanca, también con un partido pendiente– sólo podrían sumar un máximo de 12 puntos, por lo que los máximos rivales por el 'play-off' no llegarían a la puntuación blanquiazul. El Bergantiños aspiraría si lo gana todo a los 55 puntos, el Rayo Cantabria no podría pasar de 54, al igual que el Langreo. Además, hay otros factores a favor como que el Bergantiños y el Langreo se enfrentan entre sí el próximo sábado.

En el supuesto de que el Avilés amarre esos nueve puntos en casa y el 'play-off' de ascenso, ¿se puede soñar con metas mayores? La respuesta sería sí. El capitán Natalio lo decía públicamente antes del derbi ante el Marino. Si se aprovecha ahora el factor de tener una jornada más de liga y dos partidos consecutivos en casa, se puede ser ambicioso.

El primer objetivo sería la tercera plaza, donde el Real Ávila está un punto por encima de los avilesinos, y también tiene un partido menos que le enfrentará al Salamanca en casa el próximo 23 de abril. El Avilés tiene la primera oportunidad de sobrepasar a los abulenses este fin de semana, si gana al Escobedo y el Ávila no gana en su visita al Numancia en Soria.

Además, el Ávila tendrá otro desplazamiento el día 20 de abril a Valladolid ante un equipo que todavía no tiene certificada la permanencia y después le restarían dos jornadas en casa con rivales que a día de hoy están con el agua al cuello, como los salmantinos y el Compostela.

Aunque pudiera parecer una utopía, siempre que el Real Avilés complete un final de liga con tanta solvencia como está demostrando en la segunda vuelta, hasta se podría soñar con la segunda plaza del Numancia, un equipo al que parece haberle afectado anímicamente el distanciamiento del Pontevedra en el puesto de ascenso directo.

Los sorianos, que aventajan en siete puntos al Avilés con un partido más, reciben el domingo al Ávila y acaban la liga regular con dos partidos fuera de casa, ante el Guijuelo y el Valladolid Promesas, y la última jornada en Los Pajaritos ante el Avilés el 4 de mayo. Aunque para que ese partido sea una final por la segunda plaza, los avilesinos tienen que hacer los deberes antes y sacar adelante todos los partidos de casa para afrontar retos mayores fuera del Suárez Puerta.

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